Al pasar
por el cuarto de reflexiones quisiera compartir algunas impresiones. En el
cuarto, observé los letreros, la calavera y las velas que allí se encuentran,
elementos que me invitaron a la introspección y al recogimiento. Cada símbolo
era un mensaje profundo, invitando a la meditación personal y al reconocimiento
de la propia fragilidad y mortalidad.
Al iniciar
la experiencia, al estar vendado, el paso de la obscuridad a la luz fue muy
significativo. Al principio, la luz me deslumbró, resultando incómodo, pero
pronto comprendí que este contraste simboliza el tránsito del desconocimiento a
la claridad del entendimiento. Esta vivencia me conectó con la importancia del
aprendizaje y la transformación interna.
Mi
reciente iniciación como masón y el paso por esta cámara han sido una de las
experiencias más transformadoras que he vivido hasta ahora. Desde el inicio,
sentí que estaba por entrar en un espacio que trasciende lo físico para
conectarse con lo simbólico y lo espiritual.
Al cruzar
el umbral del cuarto, una atmósfera de solemnidad me envolvió. El ambiente,
cuidadosamente dispuesto con emblemas, luces tenues y un silencio reverente,
invitaba a la introspección profunda. Cada elemento parecía hablar un lenguaje
simbólico propio, despertando en mí la sensación de que estaba a punto de
descubrir verdades ancestrales y universales.
Durante la
ceremonia, los rituales y las palabras de los Oficiales resonaron en mi
interior, llevándome a reflexionar sobre mi vida, mis valores y las razones que
me han motivado a buscar el sendero masónico. El simbolismo de la oscuridad
inicial y la luz posterior tuvo un mensaje claro: para acceder a nuevos
conocimientos y crecimiento, es necesario reconocer primero la propia
ignorancia y humildad, para luego buscar la luz del entendimiento.
En el
cuarto sentí, por momentos, cierta inquietud y reverencia; la conciencia de que
estaba participando de una experiencia que muchos otros hermanos vivieron antes
que yo, y que me unía a una tradición de siglos. Allí experimenté el valor de
profundizar en el autoconocimiento y en la necesidad de transformar los propios
defectos en virtudes, con el trabajo constante como piedra angular.
Pude
percibir que no estaba solo: el acompañamiento fraterno de los masones más
experimentados fue fundamental. Su presencia y sus palabras de aliento me
brindaron confianza y reforzaron el sentido de pertenencia a una hermandad que
valora el respeto, la discreción y la ayuda mutua como principios
fundamentales.
Particularmente
impactante fue el juramento, momento en el que comprendí la seriedad y el
compromiso que asumo con los principios masónicos. La significancia de guardar
los secretos y trabajar por el bien propio y de mis semejantes quedó grabada en
mi memoria. El simbolismo del paso de la oscuridad a la luz, bajo la guía de
los hermanos, me motivó no solo a superarme a nivel personal, sino a participar
activamente en el progreso de la Logia y de la sociedad.
Al salir
del cuarto, sentí una renovada motivación por iniciar este camino de
perfeccionamiento continuo. Comprendí que la iniciación no es un acto que
concluye con la ceremonia, sino la apertura de una senda de aprendizaje y
servicio, guiadas siempre por la rectitud y la búsqueda de la verdad.
En
resumen, mi paso por el cuarto constituyó un antes y un después en mi vida. Fue
una experiencia íntima, reflexiva y profundamente simbólica, que aumentó mi
sentido de responsabilidad personal y mi compromiso con los ideales masónicos.
Agradezco la oportunidad de haber vivido este rito, confiado en que esta
vivencia será la base de mi evolución dentro de la masonería y en mi vida
cotidiana.
Un cambio
muy importante para mí y lo relaciono mucho con la representación de una
mariposa, para nosotros los psicólogos, la mariposa representa principalmente
el símbolo de la transformación, el cambio y el proceso de metamorfosis que
experimenta la psique humana. Este insecto es una metáfora de la evolución
personal y el crecimiento psicológico, donde se pasa de un estado primario o
limitado (como la oruga) a un estado de libertad, autonomía y plenitud (la
mariposa).
Además, la
mariposa está relacionada con el concepto de alma o psique en la antigüedad. En
la mitología griega, la palabra "psique" significaba mariposa y
también alma o espíritu. Se creía que el alma abandonaba el cuerpo al morir en
forma de mariposa, simbolizando el tránsito entre la vida y la muerte, así como
la conexión entre lo físico y lo espiritual. Por eso, la letra griega Psi (Ψ), usada
como símbolo de la psicología, tiene forma estilizada de una mariposa,
representando esa capacidad de transformación, libertad, renovación y el
estudio del alma o mente.
En
psicología moderna, la mariposa también simboliza la capacidad de
autoconocimiento, coraje para cambiar y el camino hacia una mejor versión del
ser, conectando con la idea de bienestar, serenidad, creatividad y progreso
personal. Asimismo, se vincula con conceptos de esperanza y posibilidad de
nuevos comienzos en la vida y en la salud mental. La mariposa es una figura
emblemática que representa la transformación interior, la evolución del alma o
mente, y la posibilidad continua de cambio y desarrollo personal.
Es mi
palabra V:. M:.
Carlos Davila Mestanza
Apr:. Mas:. de la R:. L:. S:. Delfos N° 3