Los solsticios (del latín solstitium (sol
sistere), "Sol quieto") son los momentos del año en
los que el Sol alcanza
su mayor o menor altura aparente en el cielo, y la duración del día o de la
noche son las máximas del año, respectivamente.
Astronómicamente, los solsticios son los momentos en los que el Sol alcanza
la máxima declinación norte
(+23º 27’) o sur (−23º 27’) con respecto al ecuador
terrestre.
Son pues dos épocas del año en que parece
que el sol, nuestro astro rey, en su movimiento aparente, se detuviera por
un corto período, cuando se encuentra más cerca o más lejos de los trópicos
de Cáncer o Capricornio. Estos acontecimientos que se producen el 21 de
diciembre y el 21 de junio; reciben el nombre de solsticio de verano y
solsticio de invierno, toda vez que la palabra solsticio significa sol
detenido
A lo largo del año la posición del Sol
vista desde la Tierra se mueve hacia el Norte y hacia el Sur. La existencia
de los solsticios está provocada por la inclinación del
eje de la Tierra sobre el plano de
su órbita.
Para los habitantes del hemisferio sur la
situación se invierte, el solsticio de invierno lo celebramos el 21 de
junio., pues en esos momentos el Sol cambia muy poco su declinación de un
día a otro y parece permanecer inmóvil en un lugar al norte o al sur del
ecuador celeste, es el momento cuando termina su carrera de sur a norte o
de norte a sur, ya ha dejado de ir, pero aún no ha empezado a volver,
cuando el astro rey parece estar quieto.
Los
trópicos se denominan así porque es allí donde el sol simula ejecutar un
tropos, palabra que significa giro, vuelta, allí da vuelta y regresa por el
camino que vino.
Mirando
desde la Tierra, hacia el universo, el Sol además de su diario camino del
día a la noche, tiene otro modo de
moverse, viaja de Sur a Norte, y viceversa. Así, el 21 de diciembre, el Sol
cae a plomo sobre el trópico de Capricornio en el hemisferio sur, es el solsticio y comienzo del verano,
cuando los días son más largos que las noches. Luego, inicia el rumbo hacia
el norte, y el 21 de junio cae a plomo sobre el trópico de Cáncer, es el
solsticio y comienzo del verano en el hemisferio norte y el invierno en
nuestro hemisferio. De allí reinicia nuevamente su viaje hacia el Ecuador,
cruzándolo el 21 de setiembre, para terminar el 21 de diciembre nuevamente sobre el
trópico de Capricornio.
En Europa,
ante la llegada de los solsticios, desde tiempos prerromanos,
se han realizado diversas celebraciones y rituales, con hogueras.
Del solsticio de junio se
pueden citar las famosas hogueras de la Festividad de San Juan, que tienen lugar en España y en otros países
del hemisferio norte y de América. Éstas provienen de fiestas paganas
anteriores al cristianismo, que posteriormente fueron asimiladas por la
Iglesia.
En Sudamérica los pueblos originarios celebran el comienzo de su nuevo año
en junio, en el solsticio de invierno. Por ejemplo, los pueblos andinos
celebran el Inti Raymi.
En el solsticio de diciembre,
en especial en las culturas romana y celta, se
festejaba el regreso del Sol. A partir de esta fecha los días empezaban a alargarse. Esto se
atribuía a un triunfo del Sol sobre las tinieblas, que se celebraba con fogatas.
Posteriormente la Iglesia católica decidió situar en esa misma fecha, el 25
de diciembre, la Natividad de Jesucristo, otorgándole el mismo carácter simbólico de
renacer de la esperanza y de la luz en el mundo y corrigiendo así al mismo
tiempo el significado de la festividad pagana previa,
denominada Sol Invictus. Actualmente no coincide la fecha de la celebración
religiosa con el solsticio de invierno debido a los diversos ajustes de
calendario realizados.
En la zona andina durante el solsticio de
diciembre los pueblos celebran el Cápac
Raymi, que es el inicio del año incaico.
Para nosotros los
masones, las fiestas solsticiales tienen una profunda significación
filosófica.
Los
solsticios representan el eterno contraste de la luz y la oscuridad, de la
vida y la muerte y el eterno renacer de la creación, donde nada puede ser
destruido, solo transformado en los tres estados naturales, sólido, líquido
y gaseoso, es el ave fénix que siempre renace de sus cenizas.
Los
solsticios representan la armonía cósmica, que permite observar, año tras
año, como se cumplen con asombrosa regularidad, de acuerdo a las leyes
físicas de su relación con la tierra, prolonga los días o las noches, haciendo
que la naturaleza cumpla inexorablemente sus ciclos biológicos.
Por
herencia recibida de los miembros de las organizaciones de oficio, que,
tradicionalmente, acostumbraban conmemorar los solsticios, esa práctica
llegó à la Masonería moderna, pero ya sazonada por la influencia de la
Iglesia sobre las logias operativas. Como las fechas de los dos solsticios
son 21 de Junio y 21 de Diciembre, muy próximas a las fechas conmemorativas
de San Juan Bautista --- 24 de junio --- y de San Juan Evangelista --- 27
de Diciembre --- ellas finalmente se confundieron con éstas, entre los
masones operativos, llegando así a la actualidad. Hoy, la instalación de
los Grandes-Maestros de las Obediencias y de los Venerables Maestros de las
Logias se realiza el 24 de Junio, o en una fecha cercana.
Gracias a eso, muchas logias, aunque
hubiese un santo protector para cada uno de esos Grupos Profesionales,
acabarían adoptando los dos San Juanes como Patronos, haciendo llegar esa
costumbre a la moderna Masonería, donde existen, siguiendo la mayoría de
los Ritos, las Logias de San Juan, que abren sus trabajos “A la Gloria del
Gran Arquitecto del Universo (Dios) y en honor a San Juan, nuestro
patrono”, englobando, en ese momento a los dos santos.
Desde el punto de vista Histórico, según
una acreditada versión a la que hacen referencia otros autores masónicos,
la utilización material del término “Logia de San Juan” dentro de la Mas:.
se remonta al tiempo de las Cruzadas, cuando algunos caballeros masones se
unieron a sus similares de la Orden de San Juan de Jerusalén, mejor
conocidos como Templarios, por lo que en un gesto de solidaridad con los
principios de estos últimos, fue aceptado por los primeros. Se cuenta que
de ahí en adelante todas las logias se llamaron “Logias de San Juan”. Tal
vez en forma sincrónica San Juan fue también tomado como patrono por parte
de las corporaciones que ya señalamos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgg5FptPoJmxYuJnzQWAePf7ltKz1jtXwDmyaKFrUoiQW0tFHM2QVl_9S5zCAUHR7XEsaGqD-AgGYdw1lYDNdMCSWrPDqHhWFXEL37i1Ydfg82LyQjsCjyV2Gbs-qqcesI1smeeo6bObxU/s320/SAN+JUAN+EVANGELISTA.jpg)
En el templo Masónico, esas fechas
solsticias están representadas en un símbolo, que es el Circulo entre
Paralelas Verticales y Tangenciales. Este significa que el Sol no transpone
los Trópicos, o que sugiere, a los masones, que la consecuencia religiosa
del Hombre es inviolable, las paralelas representan los trópicos de Cáncer
y de Capricornio y de los dos San Juan.
Tradicionalmente,
por medio de la noción de puerta estrecha, como dificultad de ingreso, el
masón evoca las puertas solsticias, estrechos medios de acceso al
conocimiento, simbolizados en el círculo cósmico, en el círculo de la vida,
en el zodiaco, por el eje Capricornio-Cáncer, ya que Capricornio
corresponde, al solsticio de Invierno y Cáncer al de Verano (en el
Hemisferio Norte, con su inversión para el Hemisferio Sur). La puerta corresponde
al inicio, o al punto ideal de partida, en la elíptica de nuestro planeta,
en los calendarios Gregorianos y también en algunos Pre-colombinos, dentro
del itinerario Sideral.
El
hombre primitivo distinguía la diferencia entre dos épocas, una de frío y una
de calor, concepto que inicialmente le sirvió de base para organizar el
trabajo agrícola. Gracias a eso es que surgieron los cultos solares, como
el Sol siendo proclamado --- como fuente de calor y de luz --- o rey de los
cielos; es el soberano del mundo, con influencia marcada sobre todas las
religiones y creencias posteriores de la humanidad. Y desde la época de las
antiguas civilizaciones, el hombre imaginó los Solsticios como aberturas
opuestas del cielo, como puertas, por donde el Sol entraba y salía, al
terminar su curso, en cada círculo tropical.
Tradicionalmente,
tanto para el mundo oriental, como para el occidental, el solsticio de
Cáncer, o de la Esperanza, alusivo a San Juan Bautista (Verano en el
hemisferio Norte e Invierno en el hemisferio Sur), es la puerta cruzada por
las almas mortales y por eso es llamada la Puerta de los
Hombres, mientras que el solsticio de Capricornio, o de Reconocimiento,
alusivo a San Juan Evangelista (Invierno en el hemisferio Norte y Verano en
el hemisferio Sur), y la puerta cruzada por las almas inmortales y por eso,
denominada Puerta de los Dioses. Para los antiguos egipcios, el solsticio
de Cáncer (Puerta de los Hombres) era consagrado al dios Anúbis; los
antiguos griegos lo consagraban al dios Hermes. Anúbis y Hermes eran, en la
mitología de esos pueblos, los encargados de conducir las almas al mundo
extraterreno.
La
importancia de esa representación de las puertas solsticias puede ser
encontrada con el auxilio del simbolismo cristiano, pues, para un masón,
las fiestas de los solsticios son, en último análisis, las fiestas de San
Juan Bautista y de San Juan Evangelista. Son dos San Juan y allí hay una
evidente relación con el dios romano Janus y sus dos caras: el futuro y el
pasado, el futuro que debe ser construido a la luz del pasado. Sobre una
visión simbólica, los dos se encuentran en un momento de transición, en el
fin de un gran año cósmico y el comienzo de uno nuevo, que marca el
nacimiento de Jesús: uno anuncia su venida y el otro propaga su palabra.
Fue la semejanza entre las palabras Janus y Juanes (João - Juan, que, en
hebreo es Ieho-hannam = gracia de Dios) que facilito el intercambio de
Janus pagano por el Juan cristiano, con la finalidad de extirpar una
tradición “pagana”, que se chocaba con el cristianismo. Y fue de esta
manera que los dos San Juan fueron asociados a los solsticios y presiden
las fiestas solsticias. Es famosa por ejemplo en nuestra selva peruana el
24 de junio la fiesta de San Juan.
El cristianismo, conocido receptáculo de
las doctrinas anteriores a su tiempo, adaptó la tradición Juanítica
primitiva y la asimiló a la mitología Crística, ocupando un lugar
preponderante al anular las fiestas “del asno” en verano y las “saturnales”
de invierno para cambiarlas por las fiestas de San Juan Bautista y San Juan
Evangelista, respectivamente. En la Edad Media el ya entonces San Juan de
los cristianos fue adoptado como “santo patrón” de los Collegia Fabrorum de
artesanos y luego de los constructores, masones operativos, de donde pasó a
la masonería especulativa desde su mismo surgimiento, a principios del
Siglo XVIII.
Al
celebrar este solsticio de invierno en nuestro hemisferio, nos recuerda que
es momento de cambios, prepararnos para días difíciles con la esperanza que
la luz renacerá y la estación cálida regresará para premiar nuestra
constancia y esperanza. Hagamos pues hermanos que el solsticio que
celebramos nos haga sentir la perfección con que el G:.A:.D:.U:. hace sus
cosas, alimento de nuestro espíritu, a fin de que se convierta en semilla
de la fraternidad, la misma que caída en terreno fértil genera un frondoso
árbol, cuyas ramas se extiendan como amparo para nuestro hermano hombre,
ávido de alimento corporal y espiritual, sediento de justicia y de
libertad, inquieto para lograr el respeto a sus ideas, buscador incansable
de un centro de unión en el que reine la tolerancia para los conceptos
religiosos, políticos, de cultura o nacionalidad.
El
masón debe evaluar los factores de la naturaleza que influyen en su vida
para que en el esfuerzo de conquistar nuestra naturaleza humana hallemos en
aquello que nos brindan los medios, la fortaleza suficiente con la que
superemos las dificultades de nuestra existencia.
Cuando niños aprendemos por instinto a caminar, a hablar, a dormir y
despertar, pero necesitamos de nuestra madre para alimentarnos y gozar
confortablemente en su regazo.
En la juventud, apasionada, agresiva, reformadora, irrespetuosa, rebelde,
impulsiva, de vida en plena libertad, sin ataduras a los conceptos y a las
formas, hacemos en ella la idealización de nuestros actos, procurando que
el mundo sienta la necesidad de cambiar, si es a nuestro modo de pensar
mucho mejor.
Cuando
adultos, se van formando nuestros pensamientos, ideas y nuestro propio
carácter, dejando de lado el idealismo fácil y placentero, buscando y
encontrando que la renovación es vida, o que la vida es renovación,
dándonos a entender que debemos devolver siempre el beneficio recibido. La
dedicación y afecto de los que amamos serán siempre un norte de nuestras
acciones, devolviendo ternura, instrucción, reconocimiento y respeto a
cuantos nos rodean, logrando, de esta forma, el equilibrio emocional propio
de la adultez.
Que este nuevo solsticio, que este cambio que hace la naturaleza, nos haga
meditar en la necesidad de reactivar nuestra voluntad de renacer, que nos
haga reflexionar en la necesidad de compartir el alma, cual semilla de
fraternidad, que nos repitamos cada día que cada ser humano requiere ser
levantado de sus desgracias.
Este solsticio que hoy estamos celebrando, nos recuerda queridos
hermanos, que cada día debemos poner lo mejor de nosotros mismos en procura
de ser mejores HOMBRES DE BIEN, libres y de buenas costumbres, para que
nadie diga que hemos trabajado en vano. Es momento también para reafirmar
nuestro compromiso de apoyar y acompañar a los H:. que hoy están
juramentando en sus cargos para este nuevo periodo a cargo de la Serenísima
Gran Logia que nos agrupa, y continuemos con el esfuerzo y compromiso
diario, de trabajar desbastando nuestra piedra tosca y formando hombres
probos y valores firmes, de modo que podamos influir positivamente en
nuestra sociedad peruana, que tanto requiere en estos días de los ejemplos
positivos de acciones de hombres de bien y de buenas costumbres.
Nuestra patria experimenta cambios importantes, nos encontramos cerca
a un nuevo gobierno, autoridades nuevas, planes, metas y objetivos
importantes nos esperan como nación.
Confiemos pues en que el G:. A:.D:.U:. permita que la Luz del
Oriente, durante este año masónico nos siga ayudando a descubrir, cada día
la verdad que buscamos y que su influencia en nuestras vidas, nos guíe
hacia esa educación virtuosa, y nos haga más dignos de llamarnos Masones.
Muchas
Gracias
Hernando
Carpio Montoya
Fuentes consultadas:
·
Sitio
web Wikipedia
·
Aporte
personal del autor
·
Página web The
Masonic Trowel
Trabajo presentado por el H:. Jose Castellani RESPETABLE LOGIA DAVID
BENAVENTE Nº 123 VALLE DE SAN CARLOS - CHILE
·
Página
web Review Freemasonry
·
EL
SOLSTICIO EN LA HISTORIA Y LA MASONERÍA
·
H:.M:.
Luis Alejandro Yáñez-Arancibia
·
DISCURSO
DE ORDEN - Tenida Solemne del Solsticio de Invierno Q:.H:. César Hoyos
B. /
B:.R:.L:.S:. DELTA 77
·
Página
Web Logia Acacia Bolivia
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario