miércoles, 7 de febrero de 2024

SIGNIFICADO DE LA INICIACION

 

A:.L:.G:.D:.A:.D:.U:.

La palabra iniciación proviene del vocablo latino “initium” que literalmente significa “principio”. He aquí la importancia del significado de esta palabra, toda vez que “principio” es una introducción a un medio de “comprensión”, a un proceso de “desarrollo” o evolución personal. También, proviene del Latín la palabra “Initia” que es un término genérico que se refiere a los “misterios”. Los misterios no significan nada extraño ni pavoroso, sino un conocimiento esotérico o privado. En todo tiempo han existido. Siempre hubo secretas enseñanzas que se transmitían verbalmente, de generación en generación, pues estaba ordenada su permanencia en las sombras de lo desconocido ante las multitudes que constituían el mundo profano. La ruptura del misterio que las envolvía se castigaba severamente con la pena de muerte.

Citando a Herodoto: “Respecto de esos Misterios, y todos, sin excepción. Me son conocidos, mi boca se cierra guardando el más religioso mutismo.”

En realidad los misterios eran una gnosis, una sabiduría superior, que se impartía a los buscadores de la verdad en forma secreta, en condiciones prestablecidas para preservar ese conocimiento de los curiosos, de los profanos o de los malvados.

Por “superior” podemos entender que se trata de un conocimiento que trasciende la información profana y corriente del día a día, que aun desafía la razón, la inteligencia y la imaginación del hombre moderno; conocimiento, que es de índole sagrada y por consiguiente elevada. Se pensó que el conocimiento era de origen divino, revelado a través de los oráculos y los sacerdotes. Estos misterios- sabiduría superior-  fueron y aún siguen siendo, el origen del universo, del hombre, de la naturaleza, del nacimiento y de la muerte, de las manifestaciones de los fenómenos naturales y de la vida después de ésta. Y, por supuesto, de los dioses.  De este modo, solamente las personas que eran dignas podían recibir las enseñanzas de los misterios, mediante una iniciación.

Exactamente, que es una iniciación?  Según el egiptólogo Belga Max GUILMOT, Dr. en filosofía, en su trabajo ¨El Proceso de las Iniciaciones en el Antiguo Egipto¨ lo explica así:

“Debe hacerse una distinción entre su procedimiento, es decir, entre su operación funcional y su propósito. Este objetivo es un estado o condición de preparación. Esta consiste en una serie de pruebas y procesos que el Iniciado tiene que pasar, para determinar si merece ser elevado a una posición religiosa o social más alta. La preparación es una forma de instrucción, una enseñanza, generalmente en forma simbólica, de un conocimiento especializado.

El aspecto funcional de la Iniciación es su estructura ritualista. Se imprime en el iniciado la importancia de la pruebas en una forma dramática, o sea, se le representa el propósito y lo que se espera de él. Esta forma de iniciación tiene un impacto emocional sobre el individuo, lo que no haría solo un discurso dialectico o retorico.

Los acontecimientos dramáticos de la Iniciación son intentados para aprovechar toda gama emocional del individuo. Por ejemplo, puede originar miedo, ansiedad, depresión momentánea, y, por último, un regocijo que puede llegar al éxtasis. La verdadera Iniciación esotérica – como es representada actualmente por organizaciones fraternales de naturaleza mística, metafísica y filosófica – incorpora esos fundamentos usados en las iniciaciones del Antiguo Egipto, Roma, Grecia y determinadas sectas de la Edad Media.

El ingreso a las antiguas escuelas de los misterios, era siempre en forma de una Iniciación. La gnosis, el conocimiento especial que sería comunicado al candidato, fue considerado de naturaleza sagrada. Se pensó que el conocimiento era de origen divino, revelado a través de los oráculos y los sacerdotes. Por consiguiente, la Iniciación, en su antigua característica, tenía un sincronismo de religión, de metafísica y de lo que podemos llamar filosofía moral”



Así mismo, en el artículo ¨Es posible la Iniciación Personal¨, del Dr. Ralph M. Lewis, publicado en la Revista ¨El Rosacruz¨, se recogen las siguiente ideas.

¨La iniciación tiene que ser algo más que una experiencia mental o intelectual. Una representación lógica del simbolismo y la aclaración de principios filosóficos no son suficientes. Tiene que haber una experiencia esotérica y una elevación emocional, una especie de regeneración espiritual por medio de la cual el individuo siente que ocurre un cambio dentro de sí mismo, y no solamente en el medio que lo rodea.

Como la iniciación esotérica es pues de índole mística y produce un tránsito en la conciencia, la ceremonia en que toman parte muchas personas y que tienen muchas funciones y actos externos, deben ser preparadas muy cuidadosamente y por aquellas personas que conocen la técnica de la iniciación. Si no se hace así, el ritual por sí solo, fracasará en su propósito, puede llegar a ser tan objetivo, por el atractivo que ejerza en la razón y en la curiosidad, que impida al candidato a entrar, ni siquiera momentáneamente, en aquel estado subjetivo mediante el cual se produce y se realiza la iniciación.

Para que el candidato reciba la iniciación debía demostrar su debida calificación, debía demostrar que está poco satisfecho con el orden prosaico de su vida, debía desear adquirir un nuevo poder, producir un tránsito en su pensamiento y en los asuntos de su vida; su propósito debía estar de acuerdo con el gran valor que se asignaba al conocimiento y poderes que recibiría en su iniciación; debía demostrar por su preparación y pruebas que estaba listo para recibir este gran honor; estar listo consiste en pureza mental, capacidad mental para comprender, y muchas veces ciertas calificaciones físicas también, como buena salud.



Psicológicamente, los elementos de la iniciación, por lo que respecta al individuo, son:

(a)   Acudir a la introspección, analizarse honradamente a sí mismo.

(b)   Aspirar a alcanzar el ideal que pueda vencer las deficiencias que ha observado en su propia vida

(c)   Obtener del individuo compromisos sagrados, una promesa formal, que hará a sí mismo y a otros, de que tratará de realizar sus aspiraciones.

Así mismo, considera, en su artículo, que la estructura de todas las verdaderas ceremonias iniciáticas por medio de las cuales entramos a los misterios y tenemos acceso a ese conocimiento excepcional consiste de cuatro elementos:

Separación. Consiste de un ritual por medio del cual se graba en el candidato la idea de que va ocurrir un tránsito en su conciencia, debe apartarse del antiguo régimen de ideas y acciones. Esta separación se efectúa algunas veces de manera dramática, vendado los ojos del candidato o haciéndolo entrar en un cuarto oscuro, donde pudiera intencionalmente haber mucho ruido, para representar el caos y el cambio de un estado de mente y de vida a otro.

Admisión. Por medio de varios actos impresionantes, se hace comprender al individuo que está entrando en un plano superior de pensamientos que él está renaciendo en su conciencia. Debe llegar a saber que ha dejado atrás de sí sus conceptos pasados y sus maneras erradas y que se ha elevado a un plano de percepción y de apercepción más elevada de la existencia. Durante esta ceremonia pudiera ser que real y verdaderamente lo levanten de un sarcófago o ataúd para simbolizar el renacimiento en un plano de pensamientos avanzados.

Exhibición. En esta etapa se revelan al individuo sagrados símbolos y signos, preceptos y verdades de la nueva gnosis que se le confía. Esos signos muchas veces indican los conocimientos que se le impartirán a medida que progrese en los misterios. 

Reingreso. Esta cuarta etapa es fundamental de la Iniciación. Es una preparación para el regreso verdadero del iniciado, una vez más, al mundo profano de donde vino. Primero se le hace prestar promesa solemne por la que se compromete a conservar en secreto sus experiencias, también toques, palabras y símbolos. También se le dice que aplique sus experiencias a su vida pues aunque regresa al mundo después de haber renacido, ha experimentado un tránsito en su constitución espiritual y mental y debe de vivir de acuerdo con su nuevo estado de esclarecimiento”.  



Así, se verá que la iniciación fundamentalmente comienza en la mente y en la naturaleza emocional del individuo. Este debe criticarse a sí mismo, tiene que tener la aspiración de elevarse por encima de su presente estado moral e intelectual; debe desear la mejora de su ser. La verdadera iniciación es fundamentalmente de naturaleza mística; es la elevación de la conciencia por medio de la cual ocurre una transformación de la personalidad manifiesta.

El yo debe quedar iluminado, dotado de una nueva Gnosis, por medio de todo lo cual se le revelarán nuevos horizontes de comprensión y de realización. Si no existe ese estado de gracia, psíquico, intelectual y emocional, el individuo no ha sido iniciado.    

En ese sentido, todo lo descrito contribuye sustancialmente para que el candidato ¨inicie a su propia conciencia¨. Otras personas contribuyen a este propósito actuando sea como director, orientador, preceptor o guía, pero tiene que ser “el mismo quien se inicie” por la actitud mental y psíquica predispuesta en todo el proceso ritualístico.

 


M:. M:. Alfredo Rondón Castro

B:.R:.L:.S:.Delfos No.3

Serenísima Gran Logia Nacional del Rito E:.A:.A:. del Perú 

Lima, 24 de enero del 2020

 

Bibliografía consultada

“El Proceso de las Iniciaciones en el Antiguo Egipto”. Max Guilmot. La Gran Logia Suprema de AMORC, INC. 1980. San José California. E.U.A.

“Es Posible la Iniciación Personal”. Dr. Ralph M. Lewis. Revista “El Rosacruz”. Marzo, 2018.