domingo, 9 de febrero de 2025

EL ESCUDO MASONICO

 


La palabra Escudo proviene del latín “scutum”, designa a un tipo de escudo grande; los romanos derivaron de la palabra griega “okutos” que significa piel que recubre; más recientemente del francés antiguo “escu” (siglo XII) "escudo, escudo de armas."

Un escudo es el arma defensiva activa más antigua utilizada para protegerse de las armas ofensivas y para un ataque. Se conoce desde la época sumeria (III milenio a.c.)

Los escudos son símbolos que sirven de identificación a una agrupación humana, expresan su cohesión y validan su documentación de carácter oficial, además de constituir signos de autoridad.

La función de un escudo es impedir que el enemigo nos alcance. Se interpone entre nosotros y nuestro adversario. Un estilo de vida saludable puede actuar como escudo contra enfermedades prevenibles. “Mens sana in corpore sano”. Juvenal, poeta romano, siglo II.

En este trabajo, a fin de evitar especulaciones sobre el sentido o el significado de la palabra escudo, la misma que puede tener varios usos e interpretaciones, aquí solo le otorgamos simplemente el significado de “protección” y nada más.  

En el simbolismo de la Francmasonería surge la interrogante, qué herramientas, qué símbolos constituyen el “Escudo Masónico”.

Es pertinente señalar que los símbolos otorgan a los miembros de la francmasonería un lenguaje particular y preciso. Son expresiones que solo los iniciados comprenden a cabalidad. Constituyen herramientas educativas que apuntan a conformar las doctrinas masónicas. Las mismas que están contenidas en los símbolos, lo que les confiere una singularidad de reserva, permanencia y actualidad. La escuadra y el compás, unidos representan el denominado “Escudo Masónico”. La Escuadra es un instrumento fijo, en cuanto el Compas es un instrumento móvil. Por lo tanto, la Escuadra es pasiva y el Compas es activo.

Cabe mencionar que en el “Tratado del Azoth”, de Basilio Valentín publicado en Paris en 1619, ya se presentaba una figura denominada “el Rebis” en la que el Compas es sostenido por la mano derecha y la Escuadra por la mano izquierda. Cita tomada del libro, “A Simbólica Masónica” de Jules Boucher. Pag. 26. Traducido del francés al portugués. Azoth deriva del árabe, significa mercurio.

Citando “ad libitum”, en parte de lo descrito por Aldo Lavagnini en su libro “Manual del Aprendiz”, sobre dos de las Tres Grandes Luces, menciona que La Escuadra, forma un ángulo recto de 90 grados, un cuarto de la circunferencia, que de por sí, ésta, representa la Unidad dentro del ciclo de la continuidad. También, es el emblema de la fijeza, estabilidad y de la inexorabilidad de las Leyes Físicas que gobiernan el reino del Occidente o de la Materia.

El ángulo recto, dice Lavagnini, es el símbolo de la lucha de los contrastes y de las oposiciones que reinan en el mundo sensible, que deben enfrentarse y resolverse en Armonía, que viene del reconocimiento de la unidad interior. El Compás es el símbolo de este reconocimiento y de esta Armonía. Asociada al Compás que representa al cielo, lo espiritual, la escuadra representa la tierra, lo material, ambos juntos simbolizan el cosmos.

Por lo tanto, el Compas al unirse con la Escuadra en Armonía debe dominar el mundo objetivo por la comprensión de una Ley y de la Realidad Superior: por medio de su ángulo de 60 grados, en el cual se halla ordinariamente dispuesto, ángulo del triángulo equilátero, que muestra el ternario superior que debe dominar sobre el cuaternario inferior, o sea el perfecto dominio del cielo, lo espiritual sobre la tierra, lo material.

El cielo y la tierra, indicados emblemáticamente por el compás y la escuadra, y entrelazados de la misma manera el uno con el otro, por ser aspectos respectivamente superior e inferior de “una misma cosa” representan el oriente y el occidente. El Cielo, el Mundo de la Realidad Trascendente se presenta a nuestra conciencia por medio del uso del compás o de la facultad comprensiva y comparativa desde lo relativo a lo absoluto. La Tierra el mundo de la apariencia o realidad objetiva se nos presenta por medio de la Escuadra, de la razón, o inteligencia concreta y racional, que marca los límites fijados por sus leyes, por medio de la lógica y el juicio, con un determinismo del cual aparentemente no podemos escapar.

Sin embargo, mencióna Lavagnini, el camino de la libertad se encuentra aquí mismo, por medio del uso de estas leyes en sus aspectos progresista y constructivo según nuestras aspiraciones verticales, indicadas por la Plomada, desde el pensamiento, la palabra o la acción en el diario vivir.

De este modo, debemos tener en cuenta máximas, proverbios, paremias o paradigmas que nos instruyan y nos adviertan, como lo descrito, por ejemplo, en la Tabla de Esmeralda:“Visita interiora terrae, rectificando invenies occultum lapidem”. Asimismo, las enseñanzas denominadas Principios de Hermes Trimegisto: “Todo efecto tiene su causa, toda causa tiene su efecto”; “como es arriba es abajo, como es abajo es arriba”. Del mismo modo, otros que permanentemente están “haciendo juego” o mejor dicho están presentes en nuestro actos, pensamientos o palabras como los principios de la Dualidad, de la Polaridad, de la vibración, “inter alia”.

Nuestra protección surge del escudo que personalmente uno realiza. Surge del trabajo mental intelectual y de las aspiraciones espirituales que se pretenden alcanzar para que su aplicación nos proteja como resultado de nuestro propio trabajo y avance personal en el manejo de los elementos de la naturaleza o de nuestro propio Ser. De ese modo, en ese momento estamos realizando alquimia mental, o generando magia.

El contenido del simbolismo que guardan la Escuadra y el Compas, bien aprendido, bien entendido es o debe ser nuestro instrumento de protección; “Escudo” que nos proteja de nuestro “enemigo” que nos acompaña y que está presente en cada momento de nuestra vida.

Cabe señalar que nuestro Escudo Masónico se tornará fuerte en la medida que practiquemos las virtudes que se relacionan con cada una de las partes que lo conforman, así como otras virtudes que se encuentran en el simbolismo del Templo y de los Rituales.

Asimismo, se debe tener en cuenta que para la masonería la Escuadra es símbolo de rectitud. Simboliza también la ecuanimidad y tolerancia con que se deben regir todos los miembros del taller. Simboliza al Venerable Maestro, toda vez que, por su elevada conducta y comprensión de las cosas, debe ser ejemplo de los demás.

“En el Compás, la punta que hace centro, representa al Hermano y el circulo que encierra la otra representa el campo de acción sin límites, en que este Hermano irradiará Luz, principios morales, intelectuales y masónicos. Además, indica la precisión en que deben efectuarse las buenas obras. Es símbolo prominente de la virtud, la que a su turno es la medida de la vida y conducta de un Masón. “Manual del Aprendiz Mason” Rito de York. Jorge Butler y Eduardo Mendoza.

Finalmente, La Escuadra y el Compas señalan el camino que deben seguir los masones en sus estudios como en las investigaciones y en el comportamiento. Este binomio inseparable ornamenta el Escudo Masónico que es objeto de veneración.




V:.M:. Alfredo M. Rondon Castro.

B..R:.L:.S:. Delfos No. 3. 




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