La palabra Escudo proviene del latín “scutum”, designa a
un tipo de escudo grande; los romanos derivaron de la palabra griega “okutos”
que significa piel que recubre; más recientemente del francés antiguo “escu” (siglo
XII) "escudo, escudo de armas."
Un escudo es el arma
defensiva activa más antigua utilizada para protegerse de las armas ofensivas y
para un ataque. Se conoce desde la época sumeria (III milenio a.c.)
Los escudos son símbolos
que sirven de identificación a una agrupación humana, expresan su cohesión y
validan su documentación de carácter oficial, además de constituir signos de
autoridad.
La función de un escudo
es impedir que el enemigo nos alcance. Se interpone entre nosotros y
nuestro adversario. Un estilo de vida saludable puede actuar como escudo contra
enfermedades prevenibles. “Mens sana in corpore sano”. Juvenal, poeta romano,
siglo II.
En este trabajo, a fin de
evitar especulaciones sobre el sentido o el significado de la palabra escudo,
la misma que puede tener varios usos e interpretaciones, aquí solo le otorgamos
simplemente el significado de “protección” y nada más.
En el simbolismo de la
Francmasonería surge la interrogante, qué herramientas, qué símbolos
constituyen el “Escudo Masónico”.
Es pertinente señalar que
los símbolos otorgan a los miembros de la francmasonería
un lenguaje particular y preciso. Son expresiones que solo los
iniciados comprenden a cabalidad. Constituyen herramientas educativas que
apuntan a conformar las doctrinas masónicas. Las mismas que están
contenidas en los símbolos, lo que les confiere una singularidad de reserva, permanencia
y actualidad. La escuadra y el compás, unidos representan el denominado “Escudo
Masónico”. La Escuadra es un instrumento fijo, en cuanto el Compas es un
instrumento móvil. Por lo tanto, la Escuadra es pasiva y el Compas es activo.
Cabe mencionar que en el “Tratado
del Azoth”, de Basilio Valentín publicado en Paris en 1619, ya se presentaba
una figura denominada “el Rebis” en la que el Compas es sostenido por la mano
derecha y la Escuadra por la mano izquierda. Cita tomada del libro, “A
Simbólica Masónica” de Jules Boucher. Pag. 26. Traducido del francés al
portugués. Azoth deriva del árabe, significa mercurio.
Citando “ad libitum”,
en parte de lo descrito por Aldo Lavagnini en su libro “Manual del Aprendiz”, sobre
dos de las Tres Grandes Luces, menciona que La Escuadra, forma un ángulo recto
de 90 grados, un cuarto de la circunferencia, que de por sí, ésta, representa
la Unidad dentro del ciclo de la continuidad. También, es el emblema de la
fijeza, estabilidad y de la inexorabilidad de las Leyes Físicas que gobiernan
el reino del Occidente o de la Materia.
El ángulo recto, dice
Lavagnini, es el símbolo de la lucha de los contrastes y de las oposiciones que
reinan en el mundo sensible, que deben enfrentarse y resolverse en Armonía, que
viene del reconocimiento de la unidad interior. El Compás es el símbolo
de este reconocimiento y de esta Armonía. Asociada al Compás que representa al
cielo, lo espiritual, la escuadra representa la tierra, lo material, ambos
juntos simbolizan el cosmos.
Por lo tanto, el Compas
al unirse con la Escuadra en Armonía debe dominar el mundo objetivo por la
comprensión de una Ley y de la Realidad Superior: por medio de su ángulo
de 60 grados, en el cual se halla ordinariamente dispuesto, ángulo del triángulo
equilátero, que muestra el ternario superior que debe dominar sobre el cuaternario
inferior, o sea el perfecto dominio del cielo, lo espiritual sobre la
tierra, lo material.
El cielo y la tierra,
indicados emblemáticamente por el compás y la escuadra, y entrelazados de la misma
manera el uno con el otro, por ser aspectos respectivamente superior e inferior
de “una misma cosa” representan el oriente y el occidente. El Cielo, el Mundo
de la Realidad Trascendente se presenta a nuestra conciencia por medio del uso
del compás o de la facultad comprensiva y comparativa desde lo relativo a lo
absoluto. La Tierra el mundo de la apariencia o realidad objetiva se nos
presenta por medio de la Escuadra, de la razón, o inteligencia concreta y
racional, que marca los límites fijados por sus leyes, por medio de la lógica y
el juicio, con un determinismo del cual aparentemente no podemos escapar.
Sin embargo, mencióna
Lavagnini, el camino de la libertad se encuentra aquí mismo, por medio
del uso de estas leyes en sus aspectos progresista y constructivo según
nuestras aspiraciones verticales, indicadas por la Plomada, desde el pensamiento, la palabra o la acción en el diario
vivir.
De este modo, debemos tener en cuenta máximas, proverbios, paremias o
paradigmas que nos instruyan y nos adviertan, como lo descrito, por ejemplo, en
la Tabla de Esmeralda:“Visita interiora terrae, rectificando invenies
occultum lapidem”. Asimismo, las enseñanzas denominadas Principios de
Hermes Trimegisto: “Todo efecto tiene su causa, toda causa tiene su efecto”; “como
es arriba es abajo, como es abajo es arriba”. Del mismo modo, otros que
permanentemente están “haciendo juego” o mejor dicho están presentes en nuestro
actos, pensamientos o palabras como los principios de la Dualidad, de la
Polaridad, de la vibración, “inter alia”.
Nuestra protección surge del escudo que personalmente uno realiza. Surge
del trabajo mental intelectual y de las aspiraciones espirituales que se
pretenden alcanzar para que su aplicación nos proteja como resultado de nuestro
propio trabajo y avance personal en el manejo de los elementos de la naturaleza
o de nuestro propio Ser. De ese modo, en ese momento estamos realizando
alquimia mental, o generando magia.
El contenido del simbolismo que guardan la Escuadra y el Compas, bien
aprendido, bien entendido es o debe ser nuestro instrumento de protección;
“Escudo” que nos proteja de nuestro “enemigo” que nos acompaña y que está
presente en cada momento de nuestra vida.
Cabe señalar que nuestro Escudo Masónico se tornará fuerte en la medida que
practiquemos las virtudes que se relacionan con cada una de las partes que lo conforman,
así como otras virtudes que se encuentran en el simbolismo del Templo y de los
Rituales.
Asimismo, se debe tener
en cuenta que para la masonería la Escuadra es símbolo de rectitud.
Simboliza también la ecuanimidad y tolerancia con que se deben regir todos los
miembros del taller. Simboliza al Venerable Maestro, toda vez que, por su elevada
conducta y comprensión de las cosas, debe ser ejemplo de los demás.
“En el Compás, la punta
que hace centro, representa al Hermano y el circulo que encierra la otra
representa el campo de acción sin límites, en que este Hermano irradiará Luz,
principios morales, intelectuales y masónicos. Además, indica la precisión en
que deben efectuarse las buenas obras. Es símbolo prominente de la virtud, la
que a su turno es la medida de la vida y conducta de un Masón. “Manual del
Aprendiz Mason” Rito de York. Jorge Butler y Eduardo Mendoza.
Finalmente, La Escuadra y
el Compas señalan el camino que deben seguir los masones en sus estudios como
en las investigaciones y en el comportamiento. Este binomio inseparable
ornamenta el Escudo Masónico que es objeto de veneración.
V:.M:. Alfredo M. Rondon
Castro.
B..R:.L:.S:. Delfos No.
3.
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