sábado, 15 de marzo de 2014

La experiencia de la iniciación Masónica



Por: Ruben M. Villalon Dominguez
Apr:. Mas:. de la R:. L:. S:. Delfos N| 3

Hace probablemente 20 años, yo muy pequeño, me acuerdo preguntar a mi madre o a mi padre mismo, a donde es que se iba tan bien arreglado y porque llegaba tarde a la casa. Entonces con duda o confusión escuche por primera vez la palabra Logia, tal palabra no tenía ningún sentido en ese entonces, tampoco la admire ni la critique solo la escuche y la acepte. Luego de unos años más entendí por sorpresa que todos mis tíos con los que crecí viéndolos en mi casa y reuniones, amigos de mi padre, eran hermanos, lo que me confundió aún más, pero me agrado.
El tiempo paso, experiencias buenas, malas, difíciles y agradables han pasado en mi vida, pero nunca salió de mi mente se tema de saber sobre masonería, pero todo en su debido momento, siento que no ha sido una decisión fácil por lo que representa, ni tampoco difícil porque el ejemplo de mi padre y su entusiasmo al tomar el camino de la masonería.
Exactamente hace 2 semanas finalmente, empezó esta lucha interna intelectual en la cual se necesita de mucha actitud y vocación personal para lograr el entendimiento de esta filosofía de vida.
La ceremonia de iniciación se dio en la completa oscuridad, mis ojos fueron cubiertos con una venda que logro su objetivo a la perfección, solo me quedo más que confiar en la persona que me acompaño durante todo el camino y de la cual estoy eternamente agradecido por su labor.
El camino fue largo, confuso, lento lleno de espacios angostos, algunos más amplios, escaleras hacia arriba y abajo, hasta llegar al cuarto de reflexiones. Cuando mis vendas fueron removidas, me encontré con un sinfín de objetos, frases, una hoja y un papel con unas preguntas que se relacionaban entre ellas.
Aunque me costó al inicio entender la relación entre ellos, pude reconocer bajo mi compresión que indicaban dualidad, los objetos y mensajes darán directamente con un inicio y un final, la vida y la muerte, como también el detenerse o de continuar. Quedaba claro que uno está ahí por propia voluntad y era el momento para reflexionar sobre sus intereses personales, sus conveniencias o la verdadera razón por la cual ha solicitado su ingreso a la orden.
Los elementos ahora, están un poco más claros, Los granos de trigo, son semillas que tiene un potencial de desarrollo y crecimiento, recubierto de una cascara que representa nuestro propia capacidad limitada de pensamiento en el mundo profano, la cual con esfuerzo y perseverancia debe lograr su camino hacia la luz, la vida.
El agua y el pan,los elementos necesarios e indispensables para el crecimiento, desarrollo del entendimiento, de otra manera simboliza la sencillez y humildad, siendo estos elementos los justos y necesarios moralmente para vivir.
Los huesos, la calavera, son elementos que inevitablemente son los primeros al que a uno le llama la atención, junto con la luz de la vela y las paredes oscuras, deja comprender de la oscuridad en la que uno se encuentra, de lo importante de comprender que la muerte es el inicio del fin de tu pasado profano, para poder nacer nuevamente basados en los futuros conocimientos que serán adquiridos.
El azufre, la sal,el mercurio. Elementos que como la sal es esa fuerza, energía hacia la reflexión, el azufre, como el efecto de la atracción, entendimiento y asimilación. El mercurio que junto con la interacción de los anteriores elementos nos indica la sabiduría adquirida por el proceso del pensamiento, indispensable para poder percibir la verdadera luz.
Camino al templo, uno se encuentra despojado de sus valores y además en una condición llamada el triángulo de la desnudez, en primero lugar con el pecho izquierdo desnudo, lo que personalmente lo hace sentir vulnerable no solo físicamente sino moralmente, simbólicamente representa el desapego del orgullo intelectual necesario para lograr el entendimiento. También la rodilla derecha desnuda, también el pie izquierdo y con los ojos vendados, para nosotros como iniciados, nos hace sentir la humildad con la que  te acercas al templo.
Después de los golpes desordenados que se me hizo realizar, mi guía interior, como referencia a la vida profana que me encuentro, dijo literalmente: “Es un profano deseoso de conocer la luz verdadera de la masonería, que solicita humildemente por haber nacido libre y de buena costumbres”, aquellas palabras te hace sentir un profundo orgullo, honor y entusiasmo de que es el camino correcto, que junto con la sensación de una punta de espada al ingresar, te demuestra la seriedad y profundidad de la orden.
Luego de un interrogatorio para comprobar el entendimiento de la virtud y los vicios, su importancia que depende el progreso de todo masón, Se da inicio a los tan importantes viajes
El primer viaje, es de mis experiencias simbólicas en la iniciación más relevantes, puesto que no solo por las sensaciones, los ruidos, las palabras y los obstáculos aparentes, en la más profunda oscuridad, sino por la representación y lo profundo de su significado en la vida misma, una etapa y proceso inevitable en la vida cotidiana y en el camino trazado de la masonería hacia la verdad.
En el segundo viaje, el ruido de las espadas, la luchas representadas contra sus propios hábitos, vicios en busca del objetivo de la transformación individual hacia el entendimiento y la sabiduría. La prueba del agua, el remojo de mis manos, como indicación de la purificación de la mente y sus errores.
El tercer viaje, se realiza en una tranquilidad absoluta y placentera, la facilidad de este viaje es simbolizado por el dominio de uno mismo y la paz interior, estando listo para la prueba con el fuego, que son en esencia la Verdad, el poder y la Virtud.
El cáliz, con esa bebida dulce inconfundible, nos representa lo bueno de la vida que debe ser tomada y saboreada con moderación y humildad, en su contrapartida, la bebida se vuelve amarga en más cantidad y tiene que ser tomada hasta la última gota, representa las desilusiones de la vida que no pueden ser evitadas en la realidad exterior.
Los propósitos y juramentos del masón, serán representados con la simbólica derramada de la sangre, es un ritual en la iniciación relevante y poderoso que indica lo comprometidos en cuerpo, alma y espíritu con nuestra orden, que estamos dispuestos a conceder hasta la última gota de sangre de nuestros cuerpos en favor de nuestros ideales masónicos, con nuestros deberes y responsabilidades, las mismas que son permanentes.
Por ultimo en la oscuridad, con los ojos vendados, la experiencia más inesperada y más impactante por los sentidos, la marca con fuego del masón, esas Las llamas recibidas en la iniciación, son un recordatorio permanente, para con paso firme y seguro, sea capaz de luchar contra cualquier influencia o luchas externas en la búsqueda de la verdad.
Llegado el momento,la experiencia más satisfactoria e inolvidable, fue el de recibir simbólicamente la luz, cuando las vendas fueron removidas de los ojos y finalmente, los sentidos estaban completos, espadas apuntando al pecho, mis nuevos hermanos presentes, el templo, el ara, mi guía interior fueron revelados por primera vez, en una ceremonia solemne que indicaba que mi vida de profana había llegado a su fin.
Luego de recuperar mi vestimenta, fui entendido sobre mis primeros deberes y responsabilidades como masón, el saludo, la batería, los pasos del aprendiz, la entrega de los libros, los guantes y el mandil.
Mi carrera como masón ha empezado, lo que puedo decir para terminar es que nunca antes me había sentido tan aprendiz como ahora, la cantidad de sabiduría y conocimientos que están por ser revelados puede ser infinita.
He cumplido.

Presentado el 14 de Marzo de 2014 e:. v:.
En la Ben:. R:. L:. S:. W. A. Mozart N° 9 






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