Antecedentes:
Para el iniciado, el
ideal es que el hombre viva dentro de los parámetros de “Libertad, Igualdad y
Fraternidad”. En ese marco la masonería a través de sus hombres y de las ideas
que ella divulga y protege, ha intervenido en la emancipación del nuevo mundo,
a través de hombres con conceptos solidos de Patria y Libertad, agrupados en
las Logias Lautarianas, hombres con ideas modernas, cultas y progresistas que
intervinieron directamente en la gesta trascendental que se desarrolló en los
siglos XVIII y XIX.
En la ciudad de
Caracas se fundaron las primeras Logias de Sud América y su principal propulsor
fue el visionario Francisco de Miranda. En aquella época por su intervención en
el movimiento, sus reuniones se hacían en secreto, se hallaban confundidos
muchas veces como clubes patrióticos. Los masones para lograr el cometido de
ver su patria libre, se trasformaron en emisarios y soldados, el éxito que
tuvieron a través de los años se debe fundamentalmente a que sus miembros
estaban obligados a la fidelidad y al silencio, su intervención fue
determinante para la Independencia peruana y la fundación de la República.
La masonería creó en
América las Logias Lautarinas, en memoria del caudillo chileno araucano
Lautaro, como una derivación de las Logias de Cádiz, y en un primer momento
fueron creadas como la “Sociedad de Caballeros Racionales”, por masones que
pertenecían a la Logia de Londres, y por quien fuera también su fundador el
argentino Carlos de Alvear. Estas Logias Lautarinas se desarrollaron no sólo en
esta parte de América sino también en México.
En 1797 en Londres
el prócer venezolano Francisco de Miranda y Rodríguez, fundó la Logia “Gran
Reunión Americana”, luego en Madrid la “Junta de las Ciudades y Provincias de
la América Meridional”, que luego fue conocida como la “Logia Mirandina” esto
en honor a su fundador, y a la que pertenecieron entre otros Simón Bolívar y
sobre todo el peruano José Olavide y Jáuregui cofundador de estas logias y de
gran participación en las Cortes de Cádiz.
De acuerdo a
documentos históricos peruanos la Logia Lautaro de Lima en 1820, estuvo
conformada por: José de la Riva Agüero, Juan Antonio Álvarez, José de San
Martín, Hipólito Unanue, Bernardo O’Higgins, José La Mar, Faustino Sánchez
Carrión, Francisco Javier Luna Pizarro, José Baquijano y Carrillo, Juan Miller,
Francisco Javier Mariátegui, Bernardo Monteagudo, José Joaquín Olmedo, Toribio
Rodríguez de Mendoza, Francisco de Paula Quiroz, Tomás Iriarte, Manuel Pérez de
Tudela, Manuel Blanco Encalada, Mariano José Arce, Gregorio Tagle y Matías
Vásquez de Acuña.
La participación de
la masonería en el movimiento independista data desde el año de 1742 , fecha en
la que apoyaron la sublevación de Juan Santos Atahualpa en el Gran Pajonal; a
partir del año 1780 los masones estuvieron a la cabeza de los siguientes movimientos;
en la ciudad de Cusco, con José Gabriel Condorcanqui o Túpac Amaru II; el
levantamiento de Oruro en el año 1781, sus cabecillas Tomás Catari y Túpac
Catari; en el año de 1805 en la ciudad de Cusco con Gabriel Aguilar y Manuel
Ubalde; en el año de 1811 en la ciudad de Tacna, el levantamiento de Francisco
de Zela; en el año de 1812 en la ciudad de Lima, la conspiración del masón José
Baquijano y Carrillo; en ese mismo año se dieron los movimientos de Huánuco,
Panatahuas y Huamalíes, cuyos caudillos fueron Juan José Crespo y Castillo,
Domingo Berrospi y Juan Antonio Navarro; en el año de 1813 en las ciudades de
Arequipa Tacna y Tarapacá con la insurrección de Juan Francisco Paillardelle y
Pedro José Calderón de la Barca; en el año de 1814 en la ciudades de Cuzco y
Arequipa, de los hermanos Angulo Torres, Mariano Melgar y Matías Pumacahua; en
el año de 1818 en el Callao, de José Gómez, Nicolás Alcázar y Casimiro Espejo;
en el año de 1819 en la ciudad de Lima, de José de la Riva Agüero, Mateo y
Remigio Silva.
La independencia del Perú
La
declaración y proclamación de la Independencia del Perú constituye uno de
los hechos más trascendentales de la historia de América,
ya que la liberación del Perú era muy importante para la seguridad de las
naciones circundantes, pues allí se hallaba el núcleo del poderío español
en Sudamérica. Por ello fue que el Ejército Unido Libertador del Perú,
al mando del general José de San Martín, arribó al Perú procedente
de Chile.
Ya en
territorio peruano recibieron el apoyo de la población, especialmente en el
norte, donde una inmensa jurisdicción, la Intendencia de Trujillo, se sumó a la
causa independentista sin violencia, bajo el mando del marqués de Torre Tagle. Tras Trujillo, sucesivamente juraron la
independencia Piura, Cajamarca, Chachapoyas, Jaén y Maynas; antes ya lo había hecho Lambayeque.
El mismo San Martín reconoció posteriormente que si no hubiera sido por el
apoyo masivo del norte peruano, se habría visto en la necesidad de volver a
Chile para reorganizar sus fuerzas, ya que estas eran inferiores a las fuerzas
virreinales.
San
Martín estableció su cuartel general en Huaura,
al norte de Lima. Fue en Huaura donde por primera vez proclamó la independencia
del Perú, en noviembre de 1820.
Lima, la capital virreinal, se vio amenazada por el avance del ejército
libertador y el acoso de las montoneras patriotas (estas mayormente conformadas
por hombres andinos). A comienzos de julio de 1821 se vivía en Lima una
tremenda escasez de alimentos, debido precisamente al asedio de las montoneras,
que cortaron las vías de comunicación con el exterior. Las tropas realistas no contaban con recursos
y los patriotas ya habían conseguido importantes victorias al interior del
país, en tanto la población entera reclamaba la presencia del libertador.
El 5 de julio de
1821, el virrey del Perú José de la Serna, anunció a los limeños
que abandonaba la ciudad, señalando al Callao como
refugio para quienes se sintiesen inseguros en la capital. Muchos vecinos
españoles y criollos se trasladaron entonces a dicho puerto, buscando amparo en
la Fortaleza del Real Felipe, mientras que el
virrey se retiraba con sus fuerzas hacia la sierra central, dejando solo una
guarnición en el Real Felipe, al mando de José de la Mar.
El mismo virrey, mediante una carta, invitó a San Martín para que entrara de
una vez en Lima, antes que lo hicieran las montoneras indias, pues temía que
estas pudieran cometer excesos.
El 9 de julio las
primeras tropas libertadoras ingresaron a Lima. En la noche del 12 de julio lo
hizo el mismo general San Martín y dos días después todo el Ejército
Libertador. Ese mismo día, 14 de julio,
San Martín, instalado ya en el Palacio de los virreyes, invitó al
Ayuntamiento a jurar la Independencia. Este Cabildo, el segundo establecido por
elecciones durante el Virreinato, había sido elegido el 07 de diciembre de
1820 según las bases de la Constitución de 1812 que restableció Fernando VII.
en 1821
El Acta de Independencia del
Perú es el documento mediante el cual el Perú declaró
solemnemente su independencia de la Corona Española. Redactada por el Ariqueño Manuel Pérez de Tudela, fue firmada el 15 de julio de 1821 por los vecinos
notables de la Ciudad de los
Reyes (Lima). La ceremonia de la Proclamación de la
Independencia se realizó el 28 de julio del
mismo año, en la Plaza Mayor de Lima y en otras dos
plazuelas más de la capital
El sábado 28 de julio de 1821, siguiendo los
protocolos virreinales, José de San Martín salió del palacio de Lima a las 10 a.m. junto a
un numeroso séquito a caballo. Lo componían, en primer lugar, las autoridades
de la Universidad de San Marcos vestidas
con toga y birrete, luego, los altos miembros
del clero y los priores de los conventos, después, los jefes militares
del Ejército patriota y, finalmente,
los títulos de Castilla y los caballeros de
las órdenes de caballería, acompañados por los
oidores de la Real Audiencia y los regidores perpetuos
del Cabildo. Precedido de este cortejo, venía San
Martín flanqueado por el conde de San Isidro, a la izquierda, y
el marqués de
Montemira, a la derecha, quien como portaestandarte llevaba la
flamante bandera diseñada por el libertador. Detrás de ellos iban el conde de
la Vega del Ren, los altos jefes del Ejército y un escuadrón de húsares.
Flanqueaban la marcha los Alabarderos de
la Guardia Real.
Al
llegar al tabladillo armado en la Plaza Mayor de Lima,
frente a un público de más de 16.000 personas, San Martín recibió la bandera
del marqués de Montemira y proclamó:
"El
Perú es desde este momento libre e independiente por la voluntad general de los
pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende.
¡Viva
la patria! ¡Viva la libertad! ¡Viva la independencia!"
Conclusión
Habiendo
advertido la vinculación activa de la masonería con nuestra independencia y en
general con la de toda América Latina, bajo los preceptos de “libertad,
igualdad y fraternidad” es nuestro deber mantener y seguir ese ejemplo, en
cumplimiento de nuestra promesa, en el ámbito donde nos desarrollemos siendo
hombres libres y de buenas costumbres. Engrandezcamos nuestra patria que aún se
encuentra oprimida por la corrupción y otros males.
Q:. H:. MIGUEL ANGEL ROJAS RIOS
APR:. MAS:.
B:. R:. L:. S:. W. AMADEUS
MOZART Nº 9
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