jueves, 27 de julio de 2023

LA INDEPENDENCIA Y LA MASONERÍA

 

LA INDEPENDENCIA Y LA MASONERÍA

 

Es necesario recordar que la organización de las logias de albañiles Siguen ritos y símbolos heredados de la edad medieval y curiosamente su lema ha obtenido su mayor difusión gracias a la Revolución Francesa, que lo tomó de ellos:

 

“Libertad, Igualdad, Fraternidad”

 

a)    Generalidades de la historia

La masonería y las ideas que ella cuida y protege a través de los tiempos han movido al mundo mediante el aporte de hombres modernos, cultos y progresistas en la gesta trascendental en el siglo XVIII y XIX, con la independencia del “nuevo” continente, larga seria la lista  de preclaros caballeros que alzaron sus espadas por el amor al suelo que los vio nacer. Pese a las dificultades y persecuciones los masones del sur y del norte no desmayaron y siguieron su camino hasta conseguir la liberación total de toda América.

Cabe resaltar, en honor de la verdad histórica de la masonería, que hubo ilustres miembros del clero de la América Hispana que pertenecieron y apoyaron de forma directa a la masonería libertadora agrupadas en la Logias de Lautaros que se rebelaron y antepusieron las ordenes de sus superiores por las del pueblo “POR QUE LA VOZ DEL PUEBLO, ES LA VOZ DE DIOS”, que reclamaba inmediatas soluciones a los álgidos problemas de su época, entendiendo cabalmente que como masones no podían callar ni cerrar sus ojos vilmente ante el atropello de la madre patria y error de su propia iglesia.

Centrándonos en nuestra independencia, tenemos que remembrar muchos Masones, que en cumplimiento de sus principios y promesas, gestaron y jugaran parte de nuestra Independencia, entre ellos: José de la Riva Agüero, Faustino Sánchez Carrión, Bernardo de Monteagudo, Francisco Javier Mariategui, Toribio Rodríguez de Mendoza, Francisco Javier de Luna Pizarro, Mariano José de Arce, Bartolomé Herrera, Hipólito Unanue, Mariano Necochea, Andrés de Santa Cruz y sigue la lista grande de ilustres masones peruanos luchadores a favor de nuestra independencia.

b)    Los principios masónicos “la Triada masónica”

Es conocido por todos los iniciados que los principios de las masonerías son tres y la forma concreta de entender y aplicar esos principios no está marcada, por lo que cada masón debe buscarla, interpretarla y realizarla personalmente. Esta exigencia no es puesta en práctica mediante un examen o confesión de un masón a otros, sino que se lleva adelante en la conciencia de cada uno, es decir en la forma de vida de cada iniciado:

       Libertad: Es la necesidad de que el hombre, y en particular el masón, sean libres de los vicios y los dogmas que encadenan su pensamiento y pueda, siendo un hombre libre, buscar libremente la verdad, sin más ataduras que las que emanan de su propia conciencia.

       Igualdad: Ello no quieres decir que somos iguales en responsabilidades o grados dentro de las logias, nuestra igualdad emana y tiene que ver con la común búsqueda de la verdad que en nuestra libertad, los iniciados emprendemos.

       Fraternidad: Nace del hecho de que los masones, agrupados en logia, buscan considerando su libertad, las consecución de la verdad y ello no es posible de alcanzarse en forma aislada o individual, sino nutriéndose todos y cada uno de la acción psíquica del colectivo. En esa medida, el amor y el apoyo recíproco son fundamentales para conseguir los objetivos individuales y colectivos.

Como es bien sabido por todos nosotros, la masonería no busca sólo el perfeccionamiento de cada uno de sus miembros, sino también la construcción de un orden social que sea más justo y más armónico. Es lo que llamamos la Geometría Social o la Construcción del Orden Universal, en ese sentido la triada antes mencionada también cumple un rol importante.

En esa medida, podríamos decir que los masones intentamos, en las sociedades donde nos desenvolvemos, que exista la mayor cantidad posible de Libertad, de Igualdad y de Fraternidad. Obviamente, el avance concreto en estas aspiraciones humanas dependerá de cada situación histórica concreta. No hay un recetario único respecto a cuanta Libertad, Igualdad y Fraternidad es posible incorporar a una sociedad en un momento determinado de su historia, ni tampoco respecto al cómo hacerlo. Pero la aspiración permanente de los masones es que la humanidad se mueva en dirección a una presencia creciente de Libertad, Igualdad y Fraternidad en su seno.

c)    La triada en nuestra sociedad actual

En la actualidad nuestra sociedad cambio, por lo que en cumplimento de nuestra promesa como iniciados y nuestro compromiso con la sociedad, es necesario tener en cuenta que:

       En los tiempos actuales la lucha por la Libertad no se agota en la lucha por la independencia nacional o en la lucha contra la esclavitud. Las formas fundamentales de la lucha por la libertad tienen que ver hoy en día, en la mayor parte del planeta, con las luchas por las libertades políticas: libertad de pensamiento y de expresión, libertad de movimiento, libertad de asociación y de reunión; con las libertades económicas, de poseer y de emprender; con las libertades sindicales de organización, de petición y de huelga, etc. La Libertad, en todo caso, está íntimamente ligada con la posibilidad de elegir entre opciones diferentes, sin coerción ni represión. Si no existen opciones, o no existe la posibilidad de elegir entre ellas, no existe una situación de Libertad.

       Las luchas por la Igualdad no se agotan en la conquista de la igualdad ante la ley o la igualdad de derechos formales, sino que se aspira a que estos se concreten en el goce efectivo e igualitario de determinadas condiciones básicas que la sociedad está hoy en día en condiciones de proporcionar masivamente, tales como salud, la educación, la vivienda, el descanso, la vejez tranquila, la igualdad de género, etc. Sería inconcebible confundir la igualdad de derechos, la igualdad ante la ley, la igualdad en el goce de ciertas condiciones materiales y sociales básicas, y la igualdad intrínseca de los seres humanos como criaturas del GADU, con la idea de que todos los hombres y mujeres deben coincidir en la manifestaciones externas de la igualdad, tales como que todos se vistan igual, todos piensen igual, todos reaccionen igual, todos expongan las mismas ideas, etc. Una igualdad de ese tipo sería expresión de la ausencia total de libertad de elección, y se identificaría claramente con la esclavitud.

       Finalmente, la fraternidad no se agota hoy en día en la caridad o en la beneficencia, sino que busca formas institucionales y estatales que aseguren que los panes y los peces se repartan en forma crecientemente equitativa, como ocurriría en la mesa donde se sientan a comer los hermanos de una misma familia. Esta fraternidad institucionalizada nos lleva a la buena distribución del ingreso por la vía de la política económica, en particular por la vía de la política tributaria y fiscal y a las diferentes formas de política social encaminadas a favorecer a los grupos económica y socialmente más débiles.

d)    Reflexión final

 

No hay formulación más clara en los tiempos modernos en lo que respecta a las aspiraciones de Libertad Igualdad y Fraternidad que lo que se plantea en la Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada por NNUU y cuyo artículo 1 dice lo siguiente:

“Artículo 1.- Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.”

Ese documento, está conformado por aspiraciones pendientes o incumplidas en la mayor parte del planeta, pero precisamente por ello, son las banderas que siguen levantadas por todos aquellos que ven en la Libertad la Igualdad y la Fraternidad un alto designio de la Humanidad.

Conforme a ello, es nuestro deber como masones, aportar con nuestras acciones en la geometría social, como lo hicieron nuestros hermanos mayores con la independencia de nuestro país y de América.

Vall:. de Lima, a los 25 días del mes de julio 2023

 

Q:. H:. MIGUEL ANGEL ROJAS RAMIREZ

                        APR:. MAS:. de la

        Ben:. R:. L:. S:. W. A. Mozart Nº 9

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