miércoles, 8 de octubre de 2025

La Tríada Masónica y el significado de los tres puntos.

 

La tríada masónica: Sabiduría, Fuerza y Belleza



La tríada masónica se representa simbólicamente por un triángulo equilátero y está formada por tres pilares fundamentales: Sabiduría, Fuerza y Belleza. Estos representan tres virtudes esenciales que deben integrarse en la vida del masón y en la construcción simbólica del templo interior y exterior.

  • Sabiduría es la capacidad de discernir bien, la prudencia para orientar la acción hacia el bien común. No solo es conocimiento, sino juicio práctico para buscar justicia y equilibrio. El Venerable Maestro en la logia simboliza esta virtud, que nos invita a aprender del pasado y actuar con reflexión.
  • Fuerza es la energía y la constancia necesarias para resistir dificultades y llevar adelante los objetivos. Representa la capacidad de mantener la obra en pie mediante la resiliencia y la firmeza interior. En logia, se asocia al Primer Vigilante, quien asegura que los trabajos puedan finalizarse.
  • Belleza no es solo lo estético, sino la armonía, el equilibrio y la proporción. Representa la plenitud y el orden natural. Como virtud, inspira a buscar un balance en la vida y a valorar lo justo y lo correcto. El Segundo Vigilante vela por esta armonía en la logia.

Estos tres pilares juntos forman un triángulo equilátero, símbolo de perfección y equilibrio, mostrando que la masonería busca no solo estructuras materiales sino un crecimiento integral donde pensamiento, acción y armonía se conjugan en uno solo.

Los tres puntos () son un símbolo masónico universal que aparece en firmas o documentos con un sentido de abreviación ritual, pero con un mensaje más profundo:

  • Representan el misterio de la Unidad, la Dualidad y la Trinidad, es decir, el origen de todas las cosas y su conexión.
  • Forman un triángulo equilátero, símbolo de Sabiduría, Armonía y Perfección.
  • También representan los aspectos de la condición humana: la causa o principio, la acción en el tiempo y el resultado visible en el espacio.
  • Se asocian con valores como el Triple Abrazo Fraternal o los tríos simbólicos de Libertad, Igualdad y Fraternidad o Salud, Fuerza y Unión.

Así, los tres puntos no solo sintetizan conceptos masónicos profundos, sino que también son un recordatorio constante del equilibrio entre principio, acción y resultado, y de la fraternidad que une a los masones.

Huella cultural y actualidad



Estos símbolos no son solo rituales antiguos, sino que han permeado la cultura occidental en la arquitectura, la filosofía, la literatura y la espiritualidad. Desde las catedrales medievales hasta la educación moderna, Sabiduría, Fuerza y Belleza siguen siendo un modelo para pensar con claridad, actuar con fortaleza y vivir en armonía.

La tríada masónica y los tres puntos enseñan a los masones a integrar en su vida personal y social un equilibrio entre conocimiento, energía y belleza, buscando siempre crecer en justicia, equilibrio y fraternidad.





La tríada masónica de Sabiduría, Fuerza y Belleza puede aplicarse a la psicología como un marco simbólico para el desarrollo integral del ser humano en su proceso terapéutico o de crecimiento personal. Se explica cómo:

Sabiduría en psicología

Se relaciona con la conciencia, el autoconocimiento y la reflexión crítica. En terapia, la sabiduría implica que la persona aprenda a reconocer sus pensamientos, emociones y patrones de conducta con perspectiva, comprendiendo las causas y efectos de sus acciones. Es la base para la toma de decisiones saludables y la búsqueda de equilibrio mental.

Fuerza en psicología

Refiere a la resiliencia, la voluntad y la capacidad de acción frente a las dificultades emocionales o de la vida. Representa la energía interna para afrontar y superar obstáculos, manteniendo la constancia en el cambio. La fuerza es fundamental para sostener procesos de terapia o coaching, donde se deben enfrentar miedos, frustraciones y bloqueos.

Belleza en psicología

Simboliza la armonía interna, la aceptación y la integración de las diferentes partes del ser. Es el logro de un estado de equilibrio emocional y de bienestar que da sentido y sentido estético a la vida, favoreciendo la autoestima y la conexión con uno mismo y con los demás. La belleza también es la capacidad de encontrar sentido y propósito en las experiencias.

Aplicación práctica

En un proceso psicológico, se podría plantear un modelo de desarrollo basado en estos tres pilares:

  • Promover la sabiduría a través de la reflexión guiada, análisis de creencias y autoconciencia.
  • Fomentar la fuerza al trabajar la motivación, la gestión del estrés y la capacidad de afrontar cambios.
  • Cultivar la belleza mediante ejercicios de aceptación, mindfulness, creatividad y fortalecimiento del sentido de vida.

De esta forma, la psicología recoge el simbolismo masónico para trabajar no solo el intelecto o las emociones aisladas, sino la integración saludable de la persona en su totalidad, buscando un equilibrio armónico entre pensamiento, acción y emoción, congruente con la tradición de la tríada masónica.

Los tres puntos masónicos () tienen un significado simbólico profundo en la masonería. Representan el misterio de la Unidad, la Dualidad y la Trinidad, es decir, el origen de todas las cosas y seres. Cuando estos tres puntos se unen por líneas rectas forman un triángulo equilátero, que es símbolo de Sabiduría, Armonía y Perfección.

En otro nivel, los tres puntos representan los aspectos de la condición humana:

  • la causa o principio permanente (origen),
  • la acción en el tiempo (lo que se hace),
  • y el resultado visible en el espacio (lo que se obtiene).

Además, los tres puntos simbolizan valores masónicos importantes como el Triple Abrazo Fraternal o tríos simbólicos conocidos como Libertad, Igualdad y Fraternidad y también Salud, Fuerza y Unión.

También se usan en documentos y firmas de masones para indicar abreviaturas de términos o títulos masónicos, siendo una forma ritual de mostrar respeto y pertenencia.

1. Función práctica y ritual

  • Originalmente, se usan como una abreviatura ritual en escritos y firmas masónicas para ocultar o velar la información solo para los iniciados.
  • Al aparecer después de letras o palabras, indican que son iniciales o abreviaturas propias de la masonería.

2. Simbolismo trigonal

  • Los tres puntos forman un triángulo equilátero, símbolo de perfección, equilibrio y unidad en la masonería.
  • Representan las triadas, trilogías y trinidades propias del saber masónico, reflejando un método metafísico y moral de enseñanza.

3. Representación de las actividades humanas y el ciclo solar

  • Los tres puntos simbolizan también el recorrido del Sol durante el día:
    • Primer punto: Oriente, lugar por donde nace el sol (amanecer).
    • Segundo punto: Cenit o medio día, momento de mayor luz y culminación.
    • Tercer punto: Occidente, donde el sol se oculta (atardecer).
  • Estos puntos se asocian a las Tres Luces que rigen la Logia:
    • Venerable Maestro (Oriente) – abre los trabajos.
    • Segundo Vigilante (Medio Día) – supervisa la ejecución.
    • Primer Vigilante (Occidente) – cierra los trabajos y conduce al descanso.

 

4. Valores y principios masónicos

  • Son un recordatorio permanente de los grandes principios de la masonería:También pueden interpretarse como Razonamiento, Equidad y Justicia
  • En la vida del masón simbolizan la forma de Sentir, Pensar y Obrar, pilares de su conducta.
  • Finalmente puedo decir que no hay una explicación única y concreta, los tres puntos simbolizan la base axiológica y moral que sustenta la masonería. Son un método que integra simbolismo, filosofía, moral y ciencia dentro del sistema masónico.

Invitan al iniciado a buscar la verdad, la equidad y la justicia en su vida y en su trabajo en la Logia. En resumen, los tres puntos representan tanto un símbolo de abreviación escrito como un profundo símbolo filosófico de unidad y equilibrio masónico.



viernes, 3 de octubre de 2025

El salmo CXXXIII

 

Comparezco hoy ante vosotros para compartir una reflexión sobre uno de los textos bíblicos de mayor fuerza simbólica dentro de la masonería: el Salmo 133.

Dice: “Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía.”

Estas palabras resuenan en nuestra Orden como un llamado permanente a vivir la verdadera fraternidad. La logia no es un espacio para rivalidades ni discordias, sino un templo espiritual en el que cada piedra, por distinta que sea, encuentra su lugar en la construcción común. La armonía entre los hermanos es el cimiento sobre el cual se levanta la obra masónica.



“Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras.”

El óleo consagrado representa la sabiduría y la luz que descienden desde lo alto. Así también en nuestra logia, la armonía que nace de la unidad fraternal fluye desde los principios más elevados, la verdad, la justicia y el amor fraternal y se derrama sobre cada uno de nosotros, impregnando nuestra conducta masónica y profana.



 “Es como el rocío del Hermón, que desciende sobre los montes de Sion; porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna.”




El rocío, que vivifica la tierra reseca, simboliza la bendición que el Gran Arquitecto del Universo concede a la logia cuando sus miembros trabajan en concordia. Allí donde los masones se reúnen en espíritu de fraternidad, allí también desciende la bendición y se asegura la trascendencia de nuestra obra, que va más allá de nuestras vidas individuales.

Hermanos míos, el Salmo 133 nos recuerda que la masonería no se sostiene en el brillo de una sola piedra, sino en el concierto armónico de todas ellas. Cada uno de nosotros está llamado a contribuir a esa armonía, con tolerancia, humildad y respeto mutuo, para que nuestro taller sea siempre digno de la presencia del Gran Arquitecto del Universo.

Concluyo invitando a cada uno a guardar en su corazón estas palabras:
“Cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía.”

Es todo, Venerable Maestro, queridos y apreciados Hermanos.

Con todo mi sentimiento Fraternal

Alessandro Robinson Rodriguez Cobeñas

Aprendiz de la B:. R:. L:. S:. Delfos N° 3

jueves, 25 de septiembre de 2025

El piso mosaico en Masonería.

 

Apreciación desde el ritual y el Manual del Aprendiz de Lavagnini

El ritual de iniciación y el Manual del Aprendiz de Aldo Lavagnini muestran al piso mosaico como un símbolo central para el proceso iniciático. Para el aprendiz, el símbolo no solo representa la vida externa con sus claroscuros, sino también su mundo interior, donde debe aprender a armonizar sus sombras con sus luces. El blanco y negro del piso no son enemigos, sino partes necesarias que juntas crean el camino. El iniciado debe comprender que la sabiduría no está en rechazar ni sólo en aceptar las dos caras, sino en caminar consciente de ellas, vigilante y equilibrado en cada paso. El límite que protege el pavimento nos invita a respetar las normas de la logia, la fraternidad y la disciplina interna que son el marco para su desarrollo. Esta "cuadrícula" simboliza también la búsqueda del orden, la estabilidad y la estructura necesarios para el crecimiento personal, social y espiritual. El piso mosaico, en suma, nos señala que la verdadera iniciación es un viaje que requiere tolerancia, equilibrio, respeto y constancia, pues solo así se puede avanzar hacia la luz y la verdadera comprensión.



El piso mosaico es un símbolo masónico muy importante que representa la dualidad de la vida mediante un patrón de cuadros blancos y negros que se alternan. Este pavimento, ubicado en el centro del templo o logia, refleja la coexistencia de opuestos en el mundo: luz y oscuridad, bien y mal, vida y muerte. Es una representación gráfica de cómo en la existencia humana siempre hay fuerzas contrapuestas que debemos entender y equilibrar.

El significado de que sea blanco y negro está en que estos colores expresan las dos caras de la realidad: lo positivo y lo negativo, lo visible y lo oculto, que conviven en la vida y que guían la experiencia moral y espiritual del masón.



El piso está limitado en su perímetro por un borde dentado, que para algunos autores representa la unión eterna de los masones en fraternidad, una unión que mantiene la armonía pese a las diferencias individuales. También se dice que ese límite señala la frontera del espacio sagrado donde se llevan a cabo las enseñanzas y el trabajo masónico.



Mi apreciación personal basada en el ritual y el manual de Lavagnini es que este símbolo nos invita a reflexionar sobre la importancia de reconocer y aceptar los opuestos dentro de nosotros mismos y en el mundo. El piso mosaico nos enseña que no podemos vivir ni entender la luz sin la sombra, ni el bien sin el mal, y que la verdadera sabiduría está en buscar equilibrio y sentido en esta pluralidad. Más allá de ser un adorno, es un recordatorio constante para el aprendiz y el hermano para avanzar en su transformación personal con humildad y discernimiento. el piso mosaico nos conecta también con los "pares de opuestos" y la multiplicidad que engendra la dualidad, enseñándonos que el trabajo masónico es un camino para superar la ignorancia y alcanzar un conocimiento más profundo y racional, no solo superficial o sensible. El piso mosaico tiene cuadros blancos y negros alternados Simboliza la dualidad: luz y oscuridad, bien y mal. El borde dentado limita el espacio como símbolo de unión fraternal.

Invita a buscar equilibrio entre opuestos en la vida y en uno mismo. Es un recordatorio para el trabajo personal del masón en su camino.

El piso mosaico, para el iniciado, no es solo un símbolo decorativo, sino un mapa visual y un maestro silencioso que le enseña a aceptar la dualidad de la existencia, a respetar los límites del espacio sagrado masónico y a comprometerse con una búsqueda constante de equilibrio, luz y fraternidad. Este símbolo es fundamental para comprender que el camino masónico es un viaje de transformación personal que abraza tanto la luz como la oscuridad para crecer en sabiduría y hermandad.

Es la primera lección simbólica sobre la complejidad y ambigüedad de la vida. Así como caminamos sobre un suelo de contrastes, debemos aprender a reconocer que en la vida no existen absolutismos, sino que todo tiene su par opuesto, y al comprenderlo se busca un equilibrio que nos permita avanzar con sabiduría. El iniciado al pisar este piso recuerda que su crecimiento personal pasa por manejar estas dualidades dentro de sí mismo. No es solo blanco o negro lo que hay en uno, sino una mezcla que hay que equilibrar.

 


En mi iniciación masónica, me ofrecieron dos bebidas con sabores opuestos: una bebida amarga y otra dulce. Al beber la amarga, sentí cómo simbolizaba las pruebas y dificultades por las que todos debemos pasar en la vida. Reconocí en ese sabor el sufrimiento, las equivocaciones y los miedos que forman parte de mi camino hacia el crecimiento personal. Es un recordatorio de que debo aceptar los momentos difíciles como parte esencial de mi aprendizaje y fortaleza interior.

Luego, al beber la bebida dulce, comprendí que simboliza la paz, la serenidad y las recompensas que vienen tras superar esos obstáculos. Esa dulzura me invitó a valorar los momentos de alegría, satisfacción y armonía que también son parte de mi existencia. El contraste de ambas bebidas me enseñó que en mi vida habrá siempre luz y sombra, experiencias dulces y amargas, y que mi tarea es aprender a vivir en equilibrio y fraternidad ante todas ellas.

En este rito, el compromiso que asumí se manifiesta en que si alguna vez traiciono los valores y juramentos masónicos, lo que es dulce para mí se volverá amargo. Por eso, al aceptar estas bebidas, también acepté vivir con responsabilidad, sabiduría y coraje, integrando en mí la aceptación de la dualidad de la vida para avanzar con luz y verdad en mi camino masón.

 

Es mi palabra V:. M:.

Q:. H:. Carlos Davila Mestanza

Apr:. Mas:. de la B:. R:. L:. S:. Delfos N° 3

jueves, 11 de septiembre de 2025

Mis primeras impresiones de mi Iniciacion

 

Al pasar por el cuarto de reflexiones quisiera compartir algunas impresiones. En el cuarto, observé los letreros, la calavera y las velas que allí se encuentran, elementos que me invitaron a la introspección y al recogimiento. Cada símbolo era un mensaje profundo, invitando a la meditación personal y al reconocimiento de la propia fragilidad y mortalidad.



Al iniciar la experiencia, al estar vendado, el paso de la obscuridad a la luz fue muy significativo. Al principio, la luz me deslumbró, resultando incómodo, pero pronto comprendí que este contraste simboliza el tránsito del desconocimiento a la claridad del entendimiento. Esta vivencia me conectó con la importancia del aprendizaje y la transformación interna.

Mi reciente iniciación como masón y el paso por esta cámara han sido una de las experiencias más transformadoras que he vivido hasta ahora. Desde el inicio, sentí que estaba por entrar en un espacio que trasciende lo físico para conectarse con lo simbólico y lo espiritual.

Al cruzar el umbral del cuarto, una atmósfera de solemnidad me envolvió. El ambiente, cuidadosamente dispuesto con emblemas, luces tenues y un silencio reverente, invitaba a la introspección profunda. Cada elemento parecía hablar un lenguaje simbólico propio, despertando en mí la sensación de que estaba a punto de descubrir verdades ancestrales y universales.

Durante la ceremonia, los rituales y las palabras de los Oficiales resonaron en mi interior, llevándome a reflexionar sobre mi vida, mis valores y las razones que me han motivado a buscar el sendero masónico. El simbolismo de la oscuridad inicial y la luz posterior tuvo un mensaje claro: para acceder a nuevos conocimientos y crecimiento, es necesario reconocer primero la propia ignorancia y humildad, para luego buscar la luz del entendimiento.



En el cuarto sentí, por momentos, cierta inquietud y reverencia; la conciencia de que estaba participando de una experiencia que muchos otros hermanos vivieron antes que yo, y que me unía a una tradición de siglos. Allí experimenté el valor de profundizar en el autoconocimiento y en la necesidad de transformar los propios defectos en virtudes, con el trabajo constante como piedra angular.

Pude percibir que no estaba solo: el acompañamiento fraterno de los masones más experimentados fue fundamental. Su presencia y sus palabras de aliento me brindaron confianza y reforzaron el sentido de pertenencia a una hermandad que valora el respeto, la discreción y la ayuda mutua como principios fundamentales.

Particularmente impactante fue el juramento, momento en el que comprendí la seriedad y el compromiso que asumo con los principios masónicos. La significancia de guardar los secretos y trabajar por el bien propio y de mis semejantes quedó grabada en mi memoria. El simbolismo del paso de la oscuridad a la luz, bajo la guía de los hermanos, me motivó no solo a superarme a nivel personal, sino a participar activamente en el progreso de la Logia y de la sociedad.



Al salir del cuarto, sentí una renovada motivación por iniciar este camino de perfeccionamiento continuo. Comprendí que la iniciación no es un acto que concluye con la ceremonia, sino la apertura de una senda de aprendizaje y servicio, guiadas siempre por la rectitud y la búsqueda de la verdad.

En resumen, mi paso por el cuarto constituyó un antes y un después en mi vida. Fue una experiencia íntima, reflexiva y profundamente simbólica, que aumentó mi sentido de responsabilidad personal y mi compromiso con los ideales masónicos. Agradezco la oportunidad de haber vivido este rito, confiado en que esta vivencia será la base de mi evolución dentro de la masonería y en mi vida cotidiana.



Un cambio muy importante para mí y lo relaciono mucho con la representación de una mariposa, para nosotros los psicólogos, la mariposa representa principalmente el símbolo de la transformación, el cambio y el proceso de metamorfosis que experimenta la psique humana. Este insecto es una metáfora de la evolución personal y el crecimiento psicológico, donde se pasa de un estado primario o limitado (como la oruga) a un estado de libertad, autonomía y plenitud (la mariposa).



Además, la mariposa está relacionada con el concepto de alma o psique en la antigüedad. En la mitología griega, la palabra "psique" significaba mariposa y también alma o espíritu. Se creía que el alma abandonaba el cuerpo al morir en forma de mariposa, simbolizando el tránsito entre la vida y la muerte, así como la conexión entre lo físico y lo espiritual. Por eso, la letra griega Psi (Ψ), usada como símbolo de la psicología, tiene forma estilizada de una mariposa, representando esa capacidad de transformación, libertad, renovación y el estudio del alma o mente.

En psicología moderna, la mariposa también simboliza la capacidad de autoconocimiento, coraje para cambiar y el camino hacia una mejor versión del ser, conectando con la idea de bienestar, serenidad, creatividad y progreso personal. Asimismo, se vincula con conceptos de esperanza y posibilidad de nuevos comienzos en la vida y en la salud mental. La mariposa es una figura emblemática que representa la transformación interior, la evolución del alma o mente, y la posibilidad continua de cambio y desarrollo personal.

 

Es mi palabra V:. M:.

Carlos Davila Mestanza

Apr:. Mas:. de la R:. L:. S:. Delfos N° 3



viernes, 29 de agosto de 2025

Celebracion del LVII Aniversario del Lev. CCol:. de la Ben:. R:. L:. S:. Wolfgang Amadeus Mozart N° 9

 

 El dia martes 19 del presente mes, Los RR:. y QQ:. HH:. de  la Ben:. R:. L:. S:. Wolfgang Amadeus Mozart N° 9, celebraron el Quincuagemo septimo aniversario del Lev:. de CCol:. de esta Logia señera, conto con la presencia del M:. R:. H:. Jorge Leon Cabrera, Gran Mae:. de MM:. de la Gran Logia Regular de Antiguos, Libres y Aceptados Masones de la República del Perú, y de nuestro Ser:. Gra:. Mae:. el M:. R:. H:. Alfredo V. Morales Angeles, que dieron realce a este emotivo homenaje a los HH:. fundadores del Taller

Cuadro Logico que trabajo ese dia


Nombramiento del M:. R:. H:. Moises Villalon Fano como Miembro Hororario del Taller



Discurso del M:. R:. H:. alfredo Morales para los HH:. presentes


Nombramiento del R:. H:. Alfredo Rondon Castro Como Miembro Honorario del Taller


Nombramiento del R:. H:. Luis E. Navas Santillana Como Miembro Honorario del Taller



Torta conmemorativa al 57° Aniversario del Taller


Parte del Agape que se ofrecio a los HH:. presentes


M:. R:. H:. Luis del Rosario del Rosario , evocando el discurso de Orden por el Aniversario


Col:. del N:. 


Ven:. Mae:. Ramon Bringas Vargas, ofreciendo su discurso por el 57° Aniversario

EL Ara de los juramentos



Valle de Lima 22 de agosto de 2025  E:.V:.

QQ:. HH:. AA:.MM:.

Por encargo de nuestro V:. M:. me complace compartir con vosotros un tema importante e interesante para vuestra formación masónica y mayor entendimiento de cuando menos uno de los más importantes sino el más importante mueble de nuestro Temp:. y este es el “Ara”.



En primer lugar HH:. AA:. debéis tener en consideración que en nuestro rito (R:.E:.A:.A:.) el ara  tiene forma triangular y se encuentra ubicada en el centro del piso mosaico, su base  reposa en el occidente y el vértice apunta hacia el oriente.

Nuestro ritual hace referencia al ara llamándola alternativamente como “altar de los votos” y la describe comuna una mesa pequeña de forma triangular con uno de sus ángulos apuntando hacia el V:. M: y los otros dos a cada uno de los HH:. VV:. , en su superficie se pone un tapete rojo debidamente decorado sobre el cual durante los trabajos se colocará un cojín del mismo color en el cual reposará la biblia abierta en el salmo 133; sobre ella un compás de metal abierto a 45° y encima de ella una escuadra de madera invertida; además se coloca en el ara una espada desnuda.

Un detalle interesante del ara esta hueca y tiene una puerta para que en su interior se puedan guardar las herramientas necesarias para el trabajo. El ara es iluminada por tres luces colocadas en forma de triángulo que se colocan una en cada punta del triángulo (nota aclaratoria: cuando usamos un ara cuadrada se colocan las luces en forma de triangulo con la base hacia el norte y el vértice apuntando al sur)

Ahora HH:.AA:. permitidme continuar con la disertación sobre el ara buscando su origen en los cultos antiguos en forma de una piedra de sacrificios para los dioses de los pueblos más primitivos, pasando por civilizaciones como la romana y judía llegando al cristianismo y por ende la iglesia católica en la cual el ara es la mesa en la cual el sacerdote realiza el ritual de la cena mística y alimento para el alma.

El diccionario enciclopédico de masonería de Lorenzo Frau y Rosendo Arus definen como altar a la mesa en la cual los MM:: reciben los juramentos, depositan el libro de la ley ( para nuestro ritual la Biblia) y los atributos del grado (para este grado de aprendiz el compás y sobre el la escuadra), además indica que la forma triangular del altar es tomado de los antiguos druidas.

No ha sido vana la referencia al ara o altares usados por religiones ya que deseo resaltar el carácter sagrado y la importancia ritual que esta tiene también para nosotros los MM:. ya que ocupa el lugar central del templo no en vano y es que en el ara debemos centrar nuestros pensamientos durante los trabajos y hacia ella debemos señalar al momento de realizar nuestros juramentos y aclamaciones.

No debéis olvidar HH:. AA:. que ante el ara  fuisteis iniciados por vuestro V:.M:. y ante ella jurasteis durante vuestra iniciación a razón del carácter y gran valor simbólico del ara que representa un eje entre lo terrenal/físico y divino/espiritual,  ya que sobre ella se colocan, como ya ha sido referido, las grandes luces que son la ley sagrada, el compás y la escuadra, y hacia ella todos los HH:. que participan de los trabajos deben focalizarse mental y espiritualmente como punto de encuentro, que a mi entender se produce con la meditación conjunta a la que somos invitados durante los trabajos.

Las tres Grandes luces representan: (i) La ley Sagrada como ley divina y moral que debemos seguir; (ii) el compás como la capacidad para limitar vuestros actos por medio de la razón y prudencia y (iii) la escuadra como símbolo de rectitud y ética y cumplimiento de la moral en la vida práctica.





Como bien lo indica Terrones Benites en Los 33 Temas del Aprendiz Masón, refiere que el ara lleva en cada una de sus caras las palabras escritas en hebreo: (i) AMANA (verdad), (ii)  HUR(prudencia) y(iii)  EUBULUS (libertad) y junto con los tres escudos que representan a cada uno de los grados o cámaras  e indican que le ara simboliza la eternidad del secreto del misterio de lo desconocido y lo abstracto  y en general de todas las fuerzas ocultas  y en lo material como lugar propio para el descanso eterno  sobre la cual el iniciado debe marcar sus primeros pasos  para cruzar un mar de dudas incertidumbres y de preocupaciones hacia el perfeccionamiento individual obtenido mediante la constancia en sus estudios, perseverancia en sus tareas y confianza en  sus MM:. y HH:.



Finalmente HH:. AA:. considero que es imprescindible el centrar nuestra atención y meditaciones durante nuestros trabajos hacia el ara para que todos los HH:. MM:. canalicemos y concentremos en ella todos los esfuerzos esgrimidos  lo que generará una energía especial (egregor)  y volviendo a recurrir a lo escrito en los Los 33 Temas del Aprendiz Masón, cuya lectura os recomiendo, considerad que  la enseñanza moral filosófica y científica  en masonería se imparte en los ceremoniales litúrgicos  en templos simbólicos erigidos e para la sabiduría , la verdad y la virtud en los que realizamos nuestros trabajos intelectuales; esto al parecer mío explica que  el ara de los juramentos o altar de los votos  tenga un lugar muy importante en el templo y en especial en el desarrollo del ritual.

Es mi Palabra V:.M:.

Por: Carlos Alberto Torres

Maes:.. Mas:.



lunes, 28 de julio de 2025

LA MASONERIA Y SU APORTE EN LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ

 Celebrar la Independencia Nacional en un determinado día significa remembrar un hito

destacado en el calendario nacional de festividades o efemérides. Hecho Histórico, histórico

porque no se repite, ni puede repetirse, ya que trasciende a la misma fecha, toda vez que,

como tal tuvo antecedentes y consecuencias únicas e inherentes a su propio proceso.

Nuestro propósito en ese ese sentido está orientado a rescatar los sucesos previos

directamente relacionados con esa fecha histórica y a las personas, en este caso convertidos

en personajes; así como, a las instituciones que promovieron, colaboraron y ejecutaron

actividades, que de un modo u otro culminaron con la Independencia Nacional.

Por ello, no se puede dejar de mencionar el auspicio y la participación directa, discutible o no,

de Logias Masónicas que actuaban durante los siglos XVIII y XIX en los Virreinatos de España en

América, así como aquéllas que desde Europa aupaban los movimientos independentistas que

se gestaban en América.

Por otro lado, no es menos importante, citar aquéllos que han contribuido significativamente

con actividades libertarias vinculados directamente con las Logias masónicas; sean como

colaboradores o activistas que se convirtieron en figuras destacadas en las guerras de la

independencia. Por ello, se puede correlacionar la presencia de las logias masónicas en la

gesta de la independencia y la participación directa de hermanos masones en los movimientos

revolucionarios que contribuyeron a la creación de las repúblicas en el continente americano.

En aquellas épocas por su participación en los movimientos sus reuniones se hacían en

secreto, se hallaban confundidos muchas veces como clubes patrióticos. Los masones para

lograr el cometido de ver a su patria libre se transformaron en mensajeros, emisarios o

soldados. El éxito que tuvieron a través de los años se debe fundamentalmente a que sus

miembros estaban obligados a la fidelidad y al silencio. Su intervención fue determinante para

la independencia peruana y a fundación de la Republica.

Para el caso del rompimiento del lazo colonial hubo personajes americanos muy influyentes

que desde Europa propulsaron las ideas independentistas y formaron las primeras logias en

Sudamérica.

Cabe destacar a Francisco de Miranda y Rodríguez, natural de Venezuela, como precursor e

ideólogo de la independencia americana quien fundó en 1797 en Londres, la “Logia Gran

Reunión Americana”; luego en Madrid, la “Junta de las Ciudades y Provincias de la América

Meridional”, que más tarde fue conocida como la “Logia Mirandina” esto en honor a su

fundador, y a la que pertenecieron entre otros Simón Bolívar y sobre todo el peruano José

Olavide y Jáuregui cofundador de estas logias y de gran participación en las Cortes de

Cádiz. Francisco de Miranda fue partícipe de la Independencia de los Estados Unidos, de la

Revolución Francesa y posteriormente de la Independencia de Venezuela. Uno de sus objetivos

era la lucha por la libertad hispanoamericana.

En lo que se refiere a José de Olavide, político, jurista, escritor, profesor uniersitario,

funcionario de la Real Audiencia de Lima, se le vincula con las actividades que desarrollaba

Francisco de Miranda en Europa. En 1798 Miranda escribió a un agente suyo para decirle que

si Pablo de Olavide desembarcaba en Inglaterra lo acogiese como “si fuese otro como él”.

Olavide fue asociado por Miranda en sus conversaciones con los estadounidenses e ingleses

sobre la independencia de la América española entre 1797 y 1798


Las actividades que desarrollaba Olavide motivaron las investigaciones de la Inquisición de

Sevilla y las denuncias de la Inquisición de Córdoba que fueron a parar al Consejo de la

Suprema Inquisición, que era el único que podía juzgar a Olavide, tanto por su alcurnia como

por el cargo público que ostentaba. El 31 de octubre de 1775, el inquisidor general dirigió al

rey Carlos III una petición para proceder contra Olavide. El monarca aceptó la petición. El 14 de

noviembre de 1776 fue detenido en la casa en la que vivía en Madrid. Luego encarcelado en la

prisión de la Inquisición y, durante dos años, nadie en el exterior supo de él. Entre las 146

acusaciones se le atribuía poseer libros prohibidos de autores como el enciclopedista francés

Jean d'Alembert; de Montesquieu,“L'Esprit des Lois”; de Voltaire, sus 24 obras.

La prisión de Olavide recibió atención y preocupación en Europa. El 20 de diciembre de 1776 el

periódico Metra informaba desde Versalles de la detención de Olavide. El 28 de diciembre el

enciclopedista D’Alambert escribió a Voltaire para informarle que el rey de España había

vigorizado la Inquisición más que nunca. En febrero de 1777 Federico II Rey de Prusia, quien

presidia una Logia en Charlottemburgo respondió a una carta de d'Alembert, en la que le

preguntaba por su opinión sobre lo que ocurría en España.

El 16 de agosto de 1779, en la logia “Neuf Soeurs”, en presencia de personalidades

como Benjamín Franklin, el poeta Roucher leyó el canto XII de su poema «Les Mois», donde se

habla con metáforas de la condena, que la Inquisición española le aplicó a Olavide. ​

Las autoridades de aquella época, los persiguieron por sus ideas y acciones, tildándolos con

todas las injurias conocidas, pero aun así los masones del sur y del norte siguieron su camino

trazado, que los llevó hasta la victoria, y consiguieron finalmente la Libertad del Nuevo

Continente.  

Haciendo un poco más de historia, en los años de 1550 en Chile se sublevó el caudillo araucano

Lautaro, quién se inmortalizó en la batalla de Peteroa en 1557, haciéndole justicia a este

personaje la masonería creó en América las Logias Lautarinas, que son una derivación de las

Logias de Cádiz, y que en un primer momento fueron creadas como la “Sociedad de Caballeros

Racionales”, por masones que pertenecían a la Logia de Londres, y por quien fuera también su

fundador el argentino Carlos de Alvear. Estas Logias Lautarinas se desarrollaron no sólo en esta

parte de América sino también en México. 

En cuanto a la presencia de la masonería en territorio del Virreinato del Perú, el documento

más antiguo sobre masonería conocido hasta la fecha, data del año de 1751, documento que

fue emitido por la Suprema, en donde manifiesta que se ha alcanzado la lista de militares o

políticos que se hubiesen presentado voluntariamente a confesarse como tales (masones).

Las primeras noticias registradas sobre las actividades de los masones en el país datan del año

de 1804, con la aparición de la Logia de Lima, que también fue conocida como la Logia

Lautarina de Lima; en 1816 inició sus actividades la Logia Lautaro de Arequipa; en 1818 la Logia

Lautarina de Trujillo; asimismo, por esos años la Logia “Estrella Blanca” o “Unión Justa” en

Lambayeque y en 1821 la Logia “Paz y Perfecta Unión Nº 1”, en Lima. Hasta el año de 1821

existieron en el Perú muy pocas Logias o muy pocas conocidas, tal vez porque querían pasar

desapercibidos debido al celo español y a evitarse represalias e injustos encarcelamientos. 

Lamentablemente, la intervención de la Masonería en la gesta emancipadora no ha sido

reconocida como debe ser; razones hay, una de ellas es que históricamente la masonería,

nunca se ha vanagloriado del gran aporte que ha brindado a la humanidad, porque ella no

persigue glorias, y siempre ha realizado un trabajo desinteresado y silencioso; otra de las


razones podría ser, que siempre la han considerado y confundido erróneamente como una

Sociedad Secreta, por lo que se ha preferido mantener un mutismo.  

De acuerdo a documentos históricos peruanos la Logia Lautaro de Lima en 1820, estuvo

conformada por José de la Riva Agüero, Juan Antonio Álvarez, José de San Martín, Hipólito

Unanue, Bernardo O’Higgins, José La Mar, Faustino Sánchez Carrión, Francisco Javier Luna

Pizarro, José Baquíjano y Carrillo, Juan Miller, Francisco Javier Mariátegui, Bernardo

Monteagudo, José Joaquín Olmedo, Toribio Rodríguez de Mendoza, Francisco de Paula Quiroz,

Tomás Iriarte, Manuel Pérez de Tudela, Manuel Blanco Encalada, Mariano José Arce, Gregorio

Tagle y Matías Vásquez de Acuña.

La participación de la masonería en el movimiento independista data desde el año de 1742,

fecha en la que apoyaron la sublevación de Juan Santos Atahualpa en el Gran Pajonal; a partir

del año 1780 los masones estuvieron a la cabeza de los siguientes movimientos; en la ciudad

de Cusco, con José Gabriel Condorcanqui o Túpac Amaru II; el levantamiento de Oruro en el

año 1781, sus cabecillas Tomás Catari y Túpac Catari.

En el año de 1805 en la ciudad de Cusco con Gabriel Aguilar y Manuel Ubalde; en el año de

1811 en la ciudad de Tacna, el levantamiento de Francisco de Zela; en el año de 1812 en la

ciudad de Lima, la conspiración del masón José Baquíjano y Carrillo; en ese mismo año se

dieron los movimientos de Huánuco, Panatahuas y Huamalíes, cuyos caudillos fueron Juan José

Crespo y Castillo, Domingo Berrospi y Juan Antonio Navarro; en el año de 1813 en las ciudades

de Arequipa Tacna y Tarapacá con la insurrección de Juan Francisco Paillardelle y Pedro José

Calderón de la Barca; en el año de 1814 en la ciudades de Cuzco y Arequipa, de los hermanos

Angulo Torres, Mariano Melgar y Matías Pumacahua; en el año de 1818 en el Callao, de José

Gómez, Nicolás Alcázar y Casimiro Espejo; en el año de 1819 en la ciudad de Lima, de José de la

Riva Agüero, Mateo y Remigio Silva.

En principio la actividad masónica que se desarrollaba en diversas ciudades del país fue de

espionaje, luego fue de adoctrinamiento, finalmente cuando San Martín llegó a Huaura fue la

de engrosar las filas del ejército, proveerlos de animales, carretas, alimentos y pertrechos. En

Arequipa sus principales miembros eran: José Corbacho y Abril, Fernando López Aldana,

Mariano Melgar, Manuel Arce, los curas Córdova y Zenteno Párrocos de Salamanca y Cailloma;

en Trujillo Luís José de Orbegoso, José Tagle y Portocarrero, José María Monzón, Inca Yupanqui

y Jacinto Rebaza; en Lambayeque: Juan Manuel Iturregui, Pascual Saco Oliveros, Juan del

Carmen Casos y Antonio López y Vidaurre. 

No se puede dejar de mencionar a personas comunes, patriotas que atendiendo al llamado de

su conciencia dieron su vida colaborando directamente en el proceso revolucionario que

coadyuvo a la independencia del Perú. Caben destacar, entre otros, a la dama ayacuchana

María Parado de Bellido, hoy considerada heroína; y, a José Silverio Olaya Balandra, como

Mártir. Ambos se destacaron por el valor y coraje que tuvieron para cumplir su misión

negándose a delatar o entregar información que se les había confiado.

El final de la lucha por la emancipación no terminó con la proclamación de la Independencia,

había aún mucho camino por recorrer y muchas batallas que pelear, lo que iniciaron los

masones José de San Martín, José La Mar, Bernardo O’Higgins y muchos otros peruanos. lo

terminaron los masones José de la Riva Agüero, Simón Bolívar y José Antonio de Sucre.

De una manera muy particular se menciona también la labor realizada por muy destacados

hermanos masones que contribuyeron a los movimientos libertadores de nuestra patria,


colaborando con recursos personales y desempeñando posteriormente cargos importantes al

llamado de los ejércitos libertadores. Ellos fueron Juan Manuel Iturregui y Aguilar, Pascual Saco

Oliveros y José Rivadeneyra Tejada, naturales de Lambayeque. Sus carreras masónicas los llevo

a alcanzar cargos y grados elevados dentro de la francmasonería y en el mundo profano.

Por lo narrado en este pequeño trabajo se puede colegir palmariamente y sin duda, que la

participación directa de los Hermanos Masones, procedentes de distintas logias masónicas, en

la gesta de la independencia, fue trascendental para alcanzar los propósitos de romper las

cadenas que sujetaban a los pueblos americanos a la corte de España.

Para finalizar, se recuerda que la Francmasonería es una Escuela de Aprendizaje, su mensaje al

mundo ha sido y será siempre, que el hombre debe vivir dentro de los parámetros de

“Libertad, Igualdad y Fraternidad” postulados que esperan sean también los ideales de esta

humanidad que no termina de aprender de sus errores. 

Lima, 22 de julio de 2025

M:.M:. Alfredo M. Rondon Castro

B:.R:.L:.S:. Delfos No.3.

Jurisdiccionada a la Serenísima Gran Logia Nacional del R:.E:.A:.A:. del Perú